Modo deseado:
Hola, sí, hija, cómo te fue?
estás contenta? te felicito
querés venir un día a comer a casa?
podemos hacer tu plato favorito.
modo no deseado:
hola, hija, comiste?
por qué no me llamaste?
por qué no venis a comer?
por qué? por qué? por qué?
jueves, 29 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
una catarsis cortita
Ultimamente me estoy ocupando de cosas intrascendentes. Al menos para mí.
Le importará algo a los dueños de las mega empresas para las que trabajo?
apuesto que no. Que lo único que les importa es lo que nos importa a todos: llegar a casa y que alguien te espere, con un rico plato y buena música. El único balance que nos importa que de positivo es (perdón por la cursilería) el de la vida. Lo demás, who cares?
no escribir, acá o en otros lados, es lo único que me duele.
Le importará algo a los dueños de las mega empresas para las que trabajo?
apuesto que no. Que lo único que les importa es lo que nos importa a todos: llegar a casa y que alguien te espere, con un rico plato y buena música. El único balance que nos importa que de positivo es (perdón por la cursilería) el de la vida. Lo demás, who cares?
no escribir, acá o en otros lados, es lo único que me duele.
martes, 15 de noviembre de 2011
Invitaciones superfluas
Querría que vinieras a mi casa una noche de invierno y que, abrazados tras los cristales, mientras miramos la soledad de las calles vacías y heladas, recordásemos los inviernos de los cuentos, donde vivimos juntos sin saberlo. Por los mismos senderos encantados pasamos de hecho tú y yo con pasos tímidos, juntos caminamos a través de los bosques llenos de lobos, e idénticos genios nos espiaban desde las matas de musgo suspendidas de las torres, entre el revoloteo de los cuervos. Juntos, sin saberlo, desde allí quizá miramos ambos hacia la vida misteriosa que nos aguardaba. Allí palpitaron en nosotros por primera vez locos y tiernos deseos. «¿Te acuerdas?», nos diremos uno a otro, estrechándonos suavemente en la cálida estancia, y tú me sonreirás confiada mientras fuera suenan lúgubremente las planchas de metal sacudidas por el viento. Pero tú –ahora me acuerdo– no conoces los cuentos antiguos de los reyes sin nombre, de los ogros y los jardines embrujados. Nunca pasaste, embelesada, bajo los árboles mágicos que hablan con voz humana ni golpeaste a la puerta del castillo desierto ni caminaste de noche hacia la lumbre que está muy muy lejos ni te dormiste bajo las estrellas de Oriente, acunada por la piragua sagrada. Tras los cristales, en la noche de invierno, probablemente permaneceremos mudos, yo perdiéndome en los cuentos muertos, tú en otros cuidados para mí desconocidos. Yo preguntaría «¿Te acuerdas?», pero tú no te acordarías.
Querría pasear contigo un día de primavera, con el cielo de color gris y con el viento arrastrando todavía por las calles alguna hoja rezagada del año anterior, por los barrios de las afueras; y que fuese domingo. En esos lugares surgen a menudo pensamientos melancólicos y grandes, y en ciertas horas vaga la poesía, uniendo los corazones de los que se aman. Nacen además esperanzas que no se saben expresar, propiciadas por los horizontes inmensos de detrás de las casas, de los trenes que huyen, de las nubes del septentrión. Nos cogeremos de la mano sin más y caminaremos a paso vivo, diciendo cosas tontas, estúpidas y entrañables. Hasta que las farolas se encenderán y de las tristes casas de vecindad saldrán las historias siniestras de las ciudades, las aventuras, las soñadas novelas. Y entonces callaremos, siempre cogidos de la mano, pues nuestras almas se hablarán sin palabras. Pero tú –ahora me acuerdo– nunca me dijiste cosas tontas, estúpidas y entrañables. Ni puedes amar, por tanto, esos domingos que digo, ni tu alma sabe hablar a la mía en silencio, ni reconoces en el momento justo el encanto de las ciudades ni las esperanzas que bajan del septentrión. Tú prefieres las luces, la gente, los hombres que te miran, las calles donde dicen que se puede encontrar la fortuna. Tú y yo somos diferentes, y si vinieras a pasear ese día dirías que te cansabas; sólo eso, nada más.
Querría también ir contigo de veraneo a un valle solitario, riendo continuamente por las cosas más tontas, a explorar los secretos del bosque, de los caminos blancos, de ciertas casas abandonadas. Pararnos en el puente de madera a contemplar el agua que corre, escuchar en los postes del telégrafo aquella larga historia sin fin que viene de una punta del mundo y quién sabe dónde irá. Y coger flores de los prados y allí, tumbados sobre la hierba, en el silencio del sol, contemplar los abismos del cielo y las blancas nubecillas que pasan y las cumbres de las montañas. Tú dirías «¡Qué bonito!». No dirías nada más porque seríamos felices; nuestro cuerpo habría perdido el peso de los años, nuestras almas estarían rejuvenecidas, como si acabaran de nacer.
Pero tú –ahora que lo pienso– mirarías, me temo, alrededor sin entender, y te detendrías preocupada a examinarte una media, me pedirías otro cigarrillo, impaciente por volver. Y no dirías «¡Qué bonito!», sino otras cosas insustanciales que a mí nada me importan. Porque desgraciadamente eres así. Y no seremos felices ni siquiera un instante.
Querría también –déjame decírtelo– atravesar contigo del brazo las grandes avenidas de la ciudad un atardecer de noviembre, cuando el cielo es de puro cristal. Cuando los fantasmas de la vida corren sobre las cúpulas y rozan a la gente oscura que va por el fondo del foso de las calles, ya colmadas de preocupaciones. Cuando recuerdos de edades dichosas y nuevos presagios pasan sobre la tierra dejando tras de sí una especie de música. Con la ingenua soberbia de los niños miraremos las caras de los demás, miles y miles, que pasen a torrentes a nuestro lado. Nosotros despediremos sin saberlo un resplandor de júbilo y todos se verán obligados a mirarnos, no con envidia ni mala intención, sino sonriendo ligeramente, con ánimo bondadoso, gracias a la noche, que cura las debilidades del hombre. Pero tú –lo sé bien–, en vez de mirar el cielo de cristal y las aéreas columnatas iluminadas por el último sol, querrás pararte a mirar los escaparates, las alhajas, el dinero, las sedas, esas cosas mezquinas. Y no repararás por tanto ni en los fantasmas ni en los presentimientos que pasan, ni te sentirás, como yo, llamada a una suerte de la que ufanarte. Ni oirás esa especie de música ni entenderás por qué la gente nos mira con benevolencia. Tú pensarás en tu pobre mañana y en vano por encima de ti las estatuas de oro de las agujas levantarán sus espadas a los últimos rayos. Y yo estaré solo.
Es inútil. Tal vez todo esto sean tonterías y tú mejor que yo sin pretender tanto de la vida. Tal vez tengas razón y sea una estupidez intentarlo. Pero al menos –eso sí, al menos– querría volver a verte. Sea como sea, estaremos juntos de algún modo y hallaremos la felicidad. No importa si de día o de noche, en verano o en otoño, en un pueblo desconocido, en una casa desnuda, en un triste hostal. Me bastará tenerte junto a mí. No estaré allí –te lo prometo– para escuchar los crujidos misteriosos del techo ni miraré las nubes ni haré caso a las músicas ni al viento. Renunciaré a esas cosas inútiles que yo, sin embargo, amo. Tendré paciencia si no entiendes lo que te digo, si hablas de cosas ajenas a mí, si te quejas de la ropa vieja y del dinero. No estarán allí eso que llaman poesía, las esperanzas comunes, las tristezas tan queridas del amor. Pero te tendré junto a mí. Y conseguiremos, ya lo verás, ser bastante felices, con mucha sencillez, hombre y mujer solamente, como pasa en todas partes del mundo.
Pero tú –ahora lo pienso– estás demasiado lejos, a centenares y centenares de kilómetros difíciles de franquear.
Tú estás dentro de una vida que desconozco, y a tu lado están los otros hombres, a los cuales probablemente sonríes, como a mí en otros tiempos. Y poco tiempo ha hecho falta para que te olvidaras de mí. Probablemente ni siquiera alcanzas a recordar mi nombre. Yo ahora ya he salido de ti, perdiéndome entre las innumerables sombras. Y, sin embargo, no hago más que pensar en ti, y me gusta decirte estas cosas.
Querría pasear contigo un día de primavera, con el cielo de color gris y con el viento arrastrando todavía por las calles alguna hoja rezagada del año anterior, por los barrios de las afueras; y que fuese domingo. En esos lugares surgen a menudo pensamientos melancólicos y grandes, y en ciertas horas vaga la poesía, uniendo los corazones de los que se aman. Nacen además esperanzas que no se saben expresar, propiciadas por los horizontes inmensos de detrás de las casas, de los trenes que huyen, de las nubes del septentrión. Nos cogeremos de la mano sin más y caminaremos a paso vivo, diciendo cosas tontas, estúpidas y entrañables. Hasta que las farolas se encenderán y de las tristes casas de vecindad saldrán las historias siniestras de las ciudades, las aventuras, las soñadas novelas. Y entonces callaremos, siempre cogidos de la mano, pues nuestras almas se hablarán sin palabras. Pero tú –ahora me acuerdo– nunca me dijiste cosas tontas, estúpidas y entrañables. Ni puedes amar, por tanto, esos domingos que digo, ni tu alma sabe hablar a la mía en silencio, ni reconoces en el momento justo el encanto de las ciudades ni las esperanzas que bajan del septentrión. Tú prefieres las luces, la gente, los hombres que te miran, las calles donde dicen que se puede encontrar la fortuna. Tú y yo somos diferentes, y si vinieras a pasear ese día dirías que te cansabas; sólo eso, nada más.
Querría también ir contigo de veraneo a un valle solitario, riendo continuamente por las cosas más tontas, a explorar los secretos del bosque, de los caminos blancos, de ciertas casas abandonadas. Pararnos en el puente de madera a contemplar el agua que corre, escuchar en los postes del telégrafo aquella larga historia sin fin que viene de una punta del mundo y quién sabe dónde irá. Y coger flores de los prados y allí, tumbados sobre la hierba, en el silencio del sol, contemplar los abismos del cielo y las blancas nubecillas que pasan y las cumbres de las montañas. Tú dirías «¡Qué bonito!». No dirías nada más porque seríamos felices; nuestro cuerpo habría perdido el peso de los años, nuestras almas estarían rejuvenecidas, como si acabaran de nacer.
Pero tú –ahora que lo pienso– mirarías, me temo, alrededor sin entender, y te detendrías preocupada a examinarte una media, me pedirías otro cigarrillo, impaciente por volver. Y no dirías «¡Qué bonito!», sino otras cosas insustanciales que a mí nada me importan. Porque desgraciadamente eres así. Y no seremos felices ni siquiera un instante.
Querría también –déjame decírtelo– atravesar contigo del brazo las grandes avenidas de la ciudad un atardecer de noviembre, cuando el cielo es de puro cristal. Cuando los fantasmas de la vida corren sobre las cúpulas y rozan a la gente oscura que va por el fondo del foso de las calles, ya colmadas de preocupaciones. Cuando recuerdos de edades dichosas y nuevos presagios pasan sobre la tierra dejando tras de sí una especie de música. Con la ingenua soberbia de los niños miraremos las caras de los demás, miles y miles, que pasen a torrentes a nuestro lado. Nosotros despediremos sin saberlo un resplandor de júbilo y todos se verán obligados a mirarnos, no con envidia ni mala intención, sino sonriendo ligeramente, con ánimo bondadoso, gracias a la noche, que cura las debilidades del hombre. Pero tú –lo sé bien–, en vez de mirar el cielo de cristal y las aéreas columnatas iluminadas por el último sol, querrás pararte a mirar los escaparates, las alhajas, el dinero, las sedas, esas cosas mezquinas. Y no repararás por tanto ni en los fantasmas ni en los presentimientos que pasan, ni te sentirás, como yo, llamada a una suerte de la que ufanarte. Ni oirás esa especie de música ni entenderás por qué la gente nos mira con benevolencia. Tú pensarás en tu pobre mañana y en vano por encima de ti las estatuas de oro de las agujas levantarán sus espadas a los últimos rayos. Y yo estaré solo.
Es inútil. Tal vez todo esto sean tonterías y tú mejor que yo sin pretender tanto de la vida. Tal vez tengas razón y sea una estupidez intentarlo. Pero al menos –eso sí, al menos– querría volver a verte. Sea como sea, estaremos juntos de algún modo y hallaremos la felicidad. No importa si de día o de noche, en verano o en otoño, en un pueblo desconocido, en una casa desnuda, en un triste hostal. Me bastará tenerte junto a mí. No estaré allí –te lo prometo– para escuchar los crujidos misteriosos del techo ni miraré las nubes ni haré caso a las músicas ni al viento. Renunciaré a esas cosas inútiles que yo, sin embargo, amo. Tendré paciencia si no entiendes lo que te digo, si hablas de cosas ajenas a mí, si te quejas de la ropa vieja y del dinero. No estarán allí eso que llaman poesía, las esperanzas comunes, las tristezas tan queridas del amor. Pero te tendré junto a mí. Y conseguiremos, ya lo verás, ser bastante felices, con mucha sencillez, hombre y mujer solamente, como pasa en todas partes del mundo.
Pero tú –ahora lo pienso– estás demasiado lejos, a centenares y centenares de kilómetros difíciles de franquear.
Tú estás dentro de una vida que desconozco, y a tu lado están los otros hombres, a los cuales probablemente sonríes, como a mí en otros tiempos. Y poco tiempo ha hecho falta para que te olvidaras de mí. Probablemente ni siquiera alcanzas a recordar mi nombre. Yo ahora ya he salido de ti, perdiéndome entre las innumerables sombras. Y, sin embargo, no hago más que pensar en ti, y me gusta decirte estas cosas.
Dino Buzzati
lunes, 14 de noviembre de 2011
Conmigo no se jode
Lástima que seas tan cobarde. Quejarte con una mujer por una contestación en un tono para vos elevado? se ve que durante tus más de treinta y cinco años (crees que no se notan pero dejame decirte que sí) ejercitaste mucho tu cuerpo pero poco tu elegancia y ni hablar de tu inteligencia. Mucha educación física y poca educación protocolar. Ir como una mariquita a decirle a una mujer que otra mujer te trató mal? por el amor de Dios, qué cobarde irrecuperable sos. Me daría vergüenza ser tu novia. Mucho músculo, mucho músculo pero de tacto nada chabón, no? Nos crees a todos alumnos de tus autoritarias y seguramente pedorras clases y nos gritas como si estuvieramos todos a tus órdenes. Y encima tenes el descaro de exigir respuestas elegantes a tus gritos! Mirá: soy una persona adulta y respetuosa pero no me dejo pelotudear. Si fuese hombre te cagaría a trompadas pero como todavía conservo algo de la dama que soy apenas puedo escribirte estas palabras y advertirte que estés atento: soy de las que creen que la venganza es un plato que se come frío.
lunes, 7 de noviembre de 2011
me proponen escribir cómo es, para mí, un día feliz. Se me ocurren muchos. El primer día que me subí a una zapatilla de puntas, el primer día que descubrí a Abelardo Castillo, el día que lo conocí, el día que mis viejos recuperaron su libertad, el día que descubrí que yo había llegado a este mundo para hacer felices a otras personas. El día que te conocí y ya nunca pude mirarte con otros ojos que no sean los del corazón. Desde ese momento los días felices son todos los que estoy con vos. Ver crecer nuestras plantas, acompañarnos, saber que nunca somos último hombre, que siempre hay alguien ahí para atajar los penales de la vida. Reirnos. Tener esperanza. Contagiarnos fuerza, tenernos paciencia, volver a empezar las veces que haga falta.
Todo eso es, para mí, la felicidad.
Todo eso es, para mí, la felicidad.
lunes, 31 de octubre de 2011
A pesar del sedentarismo
"volvería a la oficina sólo para verte las piernas una vez más" #demasiadoego #combatolabajaestimacomopuedo
jueves, 20 de octubre de 2011
A los amigos hay que hacerles caso
Al altar, Maxi, tu chica te deja ver porno, mira Weeds y me dijo que soy más joven que ustedes. Golazo.
lunes, 10 de octubre de 2011
Todo concluye al fin
la depresión del fin del feriado se manifiesta con unas súbitas ganas de llorar
estoy sola.
me siento sola.
quisiera viajar.
me arrepiento de no haber aplicado yo a esa beca.
ser viajada, internacional, vagar borracha por bares donde me dejo seducir por cualquiera que no hable en español.
dejar mis camisas y mis pañuelos ñoños de flores y andar el musculosa blanca sin corpiño.
ser sexy
irresistible para nadie
igual de ingenua
sin mucho talento
sin futuro
sin familia
sin novio
sola
el día a día y yo.
la incertidumbre y yo.
ser otra persona pero con mi cara y mi cuerpo y mis defectos
me siento sola.
quisiera viajar.
me arrepiento de no haber aplicado yo a esa beca.
ser viajada, internacional, vagar borracha por bares donde me dejo seducir por cualquiera que no hable en español.
dejar mis camisas y mis pañuelos ñoños de flores y andar el musculosa blanca sin corpiño.
ser sexy
irresistible para nadie
igual de ingenua
sin mucho talento
sin futuro
sin familia
sin novio
sola
el día a día y yo.
la incertidumbre y yo.
ser otra persona pero con mi cara y mi cuerpo y mis defectos
despertar y no saber qué hacer ni adónde ir
no tener la más remota idea de cómo ganarte la vida
no extrañar
no sentir
no anhelar
no ahorrar
ni hoy, ni mañana ni nunca.
un poco eso.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Las paradojas de la vida
hacen que un amigo que acaba de separarse esté en su casa, solo, tomando un vino que se llama "Punto final"
martes, 4 de octubre de 2011
Cena anti lunes
Provoleta de queso Brie sobre colchón de espárragos y tomates secos
Lomo mechado con echalotes, cubierto con masa de hojaldre y semillas de amapola
Papas a la crema
viernes, 30 de septiembre de 2011
jueves, 29 de septiembre de 2011
miércoles, 28 de septiembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
a las 8:30 de este lunes creo oportuno confesar que
Mi obsesión no me permite dejar que otra persona planche mis camisas.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
martes, 20 de septiembre de 2011
y yo que creo que últimamente estoy manteniendo el decoro
Un site femenino propone este tema como debate: ¿existe la infidelidad mental?
tengo ganas de escribirles y hacerles un par de preguntas:
primero: ¿en qué mundo viven, mujeres del site femenino? ¿en qué mundo?
segundo: ¿ustedes le llaman infidelidad mental al acto de imaginarse teniendo sexo con una persona que no es la propia pareja?
Si la respuesta es sí: eso, mi queridas, no es ninguna infidelidad, es un ejercicio de la imaginación que, al menos hasta ahora, no está penado. No hay división de bienes ni denuncias contra adulterio en una aventura mental. Dicho con sus palabras, existe, sí, ajá, ¿y?
Si la respuesta es no: por favor explíquense y dedíquense a algo más que tejer al crochet porque, posta, se les está atrofiando el cerebro.
atentamente
P.
Send.
martes, 13 de septiembre de 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
Resulta que me cago en mi horno (o sobre cómo fracasé haciendo un budín)
Me compro una procesadora Liliana y para estrenarla decido hacer el budín de mandarinas que le había prometido a mi novio algunas semanas atrás. La relación con Liliana fluye desde un principio. A ella parece no molestarle que, manual en mano, la arme y desarme, una y otra vez, hasta dejarla, firme, en su estructura y a mí me conmueve su amague de no funcionar (estaba desenchufada la pobre) y su vivaz arranque. Azúcar, mandarinas, huevos, aceite de girasol, todo junto, va y viene y se licúa y estrella contra las paredes voyeuristas de Liliana.
Mientras tanto, la cocinera (o sea yo) toma los recaudos necesarios para hornear el budín y no quemarlo en el intento. Es decir que miro la receta (decía cocinar a 180 grados durante 40 minutos) y acto seguido miro la perilla del horno (hasta ahora sin adjetivos) y hete aquí que no hay grados en mi perilla sino puntitos. Vaya a saber uno cuántos grados hay en cada puntito. Sigo buscando en el manual y encuentro una tabla que especifica grados según puntitos pero están divididos en 9 puntitos y mi perilla tiene 7 puntitos. Ergo: asumo que 180 grados es equivalente al puntito 4 y ahi va mi budín. A los cuarenta minutos, mi budín (que para esta altura debería lucir una brillante costra azucarada) está pálido y parece crudo. Meto el cuchillo, sale sucio. El budín está crudo. Pánico en la cocina. El budín está crudo. Interviene mi novio y tiene la prodigiosa idea de subir uno o dos puntitos el horno. Fastidiosa, accedo. Confío en él, sabe calculcar bien las porciones, por qué no la temperatura de un maldito horno. Diez minutos más. Abro el horno y ahí está, mi budín mulato. Repito la operación del cuchillo, meto y saco: crudo. Me detengo a reflexionar sobre las posibilidades de salvarlo a) dejarlo más implicaría que se queme del todo en la superficie y sea incomible b) sacarlo podría implicar que su corazón aún estuviese crudo. Lo saco. Lo desmoldo. Es uniforme y bello y huele sabrosísimo. Corto una feta en el medio, repitiendo para mí misma "ojalá que en esta parte esté cocido" y zas. Crudo. Corto otra feta en una punta. Crudo. Maldigo a mi horno y, de yapa, a todas las chicas jóvenes que no cocinan, por inútiles y porque no tienen que pasar por estos disgustos.
Durante dos o tres minutos miro con tristeza el budín que yace tajeado sobre la fuente que nunca llegó a lucirlo. Lo velo. Lo despido. Lo entierro en el fondo del tacho de basura.
Mientras escribo esto busco el número de teléfono de atención al cliente de Domec para llamar mañana y quejarme por la desinformación de sus manuales, la poca idea del que diseñó una perilla de horno con puntitos y no con grados, y avisarle que los voy a denunciar por el daño moral que me causaron, post mortem del budín, cuando tuve que decirle a mi novio que no había budín, que me perdone, que esta vez le había fallado.
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sábado, 10 de septiembre de 2011
hace mucho tiempo que no escribo. Han pasado meses sin que yo viviera, y voy durando, entre la oficina y la fisiología, en un estancamiento íntimo, sin pensar ni sentir. Esto, desgraciadamente, es algo que no reposa: en la podredumbre hay fermentación.
Hace mucho tiempo que no sólo no escribo, si no que ni siquiera existo. Creo que apenas sueño. Las calles no son sino calles para mí. Hago el trabajo de la oficina sólo con conciencia de que lo hago, pero no diría sin distraerme, por detrás de esa conciencia estoy, no meditando sino durmiendo, otro siempre.
Hace mucho tiempo que no existo. Estoy tranquilísimo. Nadie me distingue de quién soy. Recién me sentí respirar como si hubiese practicado algo nuevo, o recuperado algo remoto. Empiezo a tener conciencia de tener conciencia. Tal vez mañana despierte a mí mismo y reanude el curso de mi existencia propia. No sé si, con eso, seré más feliz o menos feliz. No sé nada. Alzo mi cabeza de caminante y veo que, sobre la cuesta del Castillo, el poniente arde opuesto en decenas de ventanas, en una reverberación alta de fuego río. Alrededor de esos ojos de llama dura, la cuesta entera es un terso final del día. Puedo, al menos, sentirme triste y tener la conciencia de que, con mi tristeza, se cruzaron ahora -vistos con el oído- el sonido súbito del tranvía que pasa, la voz casual de los conversadores jóvenes, el susurro olvidado de la ciudad viva.
Hace mucho tiempo que no soy yo.
Fernando Pessoa, Libro del desasosiego.
Hace mucho tiempo que no sólo no escribo, si no que ni siquiera existo. Creo que apenas sueño. Las calles no son sino calles para mí. Hago el trabajo de la oficina sólo con conciencia de que lo hago, pero no diría sin distraerme, por detrás de esa conciencia estoy, no meditando sino durmiendo, otro siempre.
Hace mucho tiempo que no existo. Estoy tranquilísimo. Nadie me distingue de quién soy. Recién me sentí respirar como si hubiese practicado algo nuevo, o recuperado algo remoto. Empiezo a tener conciencia de tener conciencia. Tal vez mañana despierte a mí mismo y reanude el curso de mi existencia propia. No sé si, con eso, seré más feliz o menos feliz. No sé nada. Alzo mi cabeza de caminante y veo que, sobre la cuesta del Castillo, el poniente arde opuesto en decenas de ventanas, en una reverberación alta de fuego río. Alrededor de esos ojos de llama dura, la cuesta entera es un terso final del día. Puedo, al menos, sentirme triste y tener la conciencia de que, con mi tristeza, se cruzaron ahora -vistos con el oído- el sonido súbito del tranvía que pasa, la voz casual de los conversadores jóvenes, el susurro olvidado de la ciudad viva.
Hace mucho tiempo que no soy yo.
Fernando Pessoa, Libro del desasosiego.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
domingo, 4 de septiembre de 2011
jueves, 1 de septiembre de 2011
miércoles, 31 de agosto de 2011
Hoy quiero saludar
especialmente a mi súper archi eterna y bella amiga Flor y a su amiga Naty, fieles lectoras de este espacio.
un beso grande a cada una, vermouth con papas fritas y good show!
un beso grande a cada una, vermouth con papas fritas y good show!
martes, 30 de agosto de 2011
Me amigué con Mimi y volvieron nuestros alocados diálogos
-quiero formar una banda como The Runaways
-ya existe
-pero una argentina
-ya existe! no escuchaste nunca Lyers?
-no. igual nosotras somos más lindas. no puede fallar.
-pero ellas se drogan más
-eso podemos arreglarlo
-ya existe
-pero una argentina
-ya existe! no escuchaste nunca Lyers?
-no. igual nosotras somos más lindas. no puede fallar.
-pero ellas se drogan más
-eso podemos arreglarlo
lunes, 29 de agosto de 2011
Pobre la garompa
Es menester retirarse de una reunión en la que hay mujeres que hablan sólo de bebes (así, sin tilde) y dicen "amichis" en lugar de amigos. Y ni hablar si rematan con "pobre, ella no tiene hijos, se va a aburrir con nuestra conversación"
Ser o no ser
un objeto de deseo.
serlo para una sola persona, para dos, para varias, para ninguna, para todos.
qué tentador todo che.
serlo para una sola persona, para dos, para varias, para ninguna, para todos.
qué tentador todo che.
No me ruborizo al decir
que no tengo sensibilidad para ciertas cosas. Con esto quiero decir, por ejemplo, que no me mueve un pelo ir a lugares como el Machu Picchu, la riviera maya, el camino del inca y similares. De sólo pensar en lo que chivas subiendo y bajando, en hacer pis en el pasto y en tener que ir con un guía (y un grupito de turistas que casi siempre es siniestro) de acá para allá, se me baja la que no tengo.
A quién carajo
le interesa cómo fue la fiesta de quince de ORIANA SABATINI?????
who gives a shit???????????????
who gives a shit???????????????
viernes, 26 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
Apuntes sobre la infidelidad
El perfecto infiel le dice a la mujer que es feliz y le dice lo mismo a su amante.
Habla con la mujer, le dice que la quiere, corta, llama a la amante y dice que la quiere ver.
El perfecto infiel borra chats, mails y vacia la papelera.
No siente culpa.
No piensa en la mujer mientras está con su amante (esto está comprobado, me lo contó un ex infiel) pero sí en su amante cuando está con su mujer.
Lejos de preocuparse, disfruta de la clandestinidad.
No miente: nunca dice que va a separarse. Insiste: dice ser feliz.
El perfecto infiel es atento con una y con otra: llama temprano, saluda, hace regalos: está presente. La diferencia es el horario: cuando comienza el horario de protección a la monogamia, zas, desaparece, se desconecta, no está, no atiende, no llama.
Al día siguiente, a eso de las nueve, todo vuelve a empezar.
y así.
Habla con la mujer, le dice que la quiere, corta, llama a la amante y dice que la quiere ver.
El perfecto infiel borra chats, mails y vacia la papelera.
No siente culpa.
No piensa en la mujer mientras está con su amante (esto está comprobado, me lo contó un ex infiel) pero sí en su amante cuando está con su mujer.
Lejos de preocuparse, disfruta de la clandestinidad.
No miente: nunca dice que va a separarse. Insiste: dice ser feliz.
El perfecto infiel es atento con una y con otra: llama temprano, saluda, hace regalos: está presente. La diferencia es el horario: cuando comienza el horario de protección a la monogamia, zas, desaparece, se desconecta, no está, no atiende, no llama.
Al día siguiente, a eso de las nueve, todo vuelve a empezar.
y así.
miércoles, 24 de agosto de 2011
quiero retruco
Si yo hago los mismos comentarios que tu ex será porque vos haces las mismas cosas desde hace diez años.
martes, 23 de agosto de 2011
el comienzo del relato sin rumbo ni gracia
Explíquese el disparate del paseo en bicicleta. Lo digo así, a secas, paseo en bicicleta, porque es imposible adjetivar cuando a la noche le caben tantos y tan musicales adjetivos. Elegir uno que la enaltezca, que muestre su versión más sensible y, al mismo tiempo, lo sé, menos objetiva, es algo que ahora, hoy, en este aeropuerto y con tan pocas horas de sueño, es algo que no está a mi alcance.
lunes, 22 de agosto de 2011
viernes, 19 de agosto de 2011
Estoy madurando
Iba a decir algo (muy adjetivado y bastante poco simpático a decir verdad) sobre el plan de esta noche pero mejor me reprimo y me callo y no lo digo porque quiero seguir teniendo novio.
miércoles, 17 de agosto de 2011
martes, 16 de agosto de 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
domingo, 14 de agosto de 2011
Productora de moda, dos puntos.
Dícese de una persona que no tiene la belleza para ser modelo ni el talento para ser fotógrafa ni la creatividad para ser diseñadora #minoviolatieneclara
miércoles, 10 de agosto de 2011
Otra que Crónica
Faltan 41 días para la primavera y yo, de obsesiva y bipolar y de baja autoestima que estoy, ya me estoy poniendo en forma.
domingo, 7 de agosto de 2011
Una pareja muy (a) normal
Yo digo que estornudo todos los días de mi vida y él, que las mejores ideas y reflexiones le surgen mientras se ducha o lava los platos.
viernes, 5 de agosto de 2011
jueves, 4 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
martes, 2 de agosto de 2011
Así no
Ayer (no es metafórico: cuando digo ayer quiero decir hace 24 horas) era verano y hoy es invierno.
Siento que muero.
Siento que muero.
viernes, 29 de julio de 2011
Formas de volver a casa
De Alejandro Zambra. Se lee de una sentada. Al menos, en una de avión. Me gusta este chileno. Es la tercera novela que leo y siempre logra conmoverme.
Cuando estás desequilibrado corres el peligro de escribir cosas como esta
Vos
menos tu egoísmo
es igual a
la posibilidad de compartir
Vos
menos tus miedos
es igual a
una persona que puede comprometerse
Vos
menos mis proyecciones
es igual a
un tipo detestable
Vos
menos yo
es igual a
esto que sos hoy y detesto
Yo
menos vos
es igual a
una mujer que no existe.
menos tu egoísmo
es igual a
la posibilidad de compartir
Vos
menos tus miedos
es igual a
una persona que puede comprometerse
Vos
menos mis proyecciones
es igual a
un tipo detestable
Vos
menos yo
es igual a
esto que sos hoy y detesto
Yo
menos vos
es igual a
una mujer que no existe.
lunes, 18 de julio de 2011
viernes, 15 de julio de 2011
algo chiquito
Los optimistas suelen decir buen día y los optimistas pelotudos son los únicos capaces de decir buen día un lunes a la mañana. Yo, que hoy me hubiese quedado durmiendo hasta la hora de la merienda y que reniego de los trabajos que manejan las agujas de nuestro tiempo, digo apenas hola. Digo hola desde el 93, el bondi con el recorrido más largo, lento y accidentado del mundo. Hola, desde el 93, porque me compré un auto hace cuatro años y todavía no me lo entregaron. Hola, Romina. Hola. El hola cambia, o mejor dicho, cambia mi pulso (parece que estoy hablando, lo sé, pero estoy escribiendo), cuando al lado del hola escribo tu nombre. Entonces: hola Romina, hola Romina, hola Romina. Eso: muchos hola para vos y un beso, claro, de todos los que venimos amuchados en el 93.
jueves, 14 de julio de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
martes, 5 de julio de 2011
lunes, 4 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
jueves, 30 de junio de 2011
parece una sutileza pero no lo es
Tener un globo terráqueo entre las manos, cariño, no es tener al mundo. Sobre todo, cuando el globo no es tuyo.
jueves, 16 de junio de 2011
la biografía: ese nuevo lugar común
Gente que reemplaza el lugar de nacimiento, los títulos obtenidos, los grandes hitos profesionales y personales, por cosas irrelevantes para el lector como "hija, autodidacta, abuela, madre, amante de la cocina, amiga de mis amigos"
miércoles, 15 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
Lo que NUNCA
vamos a hacer es estar en el baño mientras el otro hace pis o caca #ladecadenciamarital
domingo, 12 de junio de 2011
el pasado cumpleañero
Durante cuatro o cinco años no me gustó cumplir años. Eran los noventa. Mientras mis compañeros viajaban a Disney, mínimo, una vez por año, mi familia ponía en venta la casa para pagar la siempre fantasmal hipoteca y pedía becas que nunca llegaron para los colegios de sus dos hijas. Al mismo tiempo, la chica que trabajaba en casa, Marta, dejó de venir todos los días para venir una vez a la semana. Una casa de dos pisos con cien metros de parque. Una vez por semana. No podemos ahora, Perla. Decía mamá cada vez que yo le pedía que me comprara algo. Yo nunca le contestaba, un poco por respeto y otro poco porque me daba cuenta de la situación por la que estábamos pasando, pero un día me cansé y le dije: bueno, pero con algo nos tenemos que vestir. Y a los tres días, mamá apareció con un conjunto de jogging azul y una bata a cuadros, hecho por ella, en el quincho de casa, "para vestirnos", dijo, con una ironía que yo inventé.
Cuando empezaba junio yo me ilusionaba con recibir algún regalo para mi cumpleaños. Una vez al mes tienen que poder hacer una excepción, decía para mí. Y pasaban los días y, cada vez que mi mamá salía, me fijaba si volvía con bolsas y buscaba bolsas escondidas con regalos míos que nunca encontraba. Cuando llegaba el doce y mi mamá me venía a saludar a la cama, yo esperaba que me diera mi regalo y pasaba el día y nada, y llegaba la hora de recibir a mis amiguitos y sus regalos, y aprovechaba el envión y le preguntaba: y vos, má, qué me vas a regalar? Y una respuesta que ningún niño quiere escuchar: el festejo, Perla. La reunión. Escuché eso durante cuatro o cinco años en los que, como dije, odié cumplir años. Hubiese cambiado todos los festejos de los cumpleaños de mi vida por un regalo elegido pensando en mí.
Hoy mi madre llegó a mi cumpleaños número veintinueve sin regalo y me acordé de esto. Me pareció que tenía que contarlo, sin omitir el detalle de estar usando, mientras escribo, aquella bata a cuadros.
martes, 7 de junio de 2011
Dame fuego, dame dame fuego
En una productora alguien enciende el hogar. Otro alguien pregunta quién fue. El doble de Rodrigo Girao Diaz, dice: quién va a ser? el joven. Tengo 21, fuego no me va a faltar.
viernes, 3 de junio de 2011
martes, 31 de mayo de 2011
Conmigo no, Macri. Conmigo no.
Macri promete que el Metrobús permitirá un ahorro de siete días hábiles por año. Me gustaría que nos contara cuántos meses nos ahorraríamos los automovilistas si el fuese menos inoperante y dejara de hacer espectáculos demagogos en 9 de julio y no permitiera que cualquiera la corte por cualquier motivo.
lunes, 30 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
Memoria mata galán
El gordo se queda encerrado en casa porque ayer guardó (como siempre) las llaves en mi cartera, en la cartera que hoy me traje al trabajo con su llave, claro, y la culpa no la tiene él, que no sabe cuidar sus efectos personales y no puede guardar cada cosa en su lugar, la culpa la tengo yo, yo "por no haberme acordado de sacarla" (cosa que hago siempre) y yo porque "todavía no compré un portallave para la casa"
Sabés qué, nene?
me gusta que te hayas quedado encerrado todo vestidito de jugador de fútbol, por tu cabecita de novio.
ja.
Sabés qué, nene?
me gusta que te hayas quedado encerrado todo vestidito de jugador de fútbol, por tu cabecita de novio.
ja.
miércoles, 25 de mayo de 2011
no sean ingenuos: no crean que por esto soy buena, eh.
Hoy, mientras paseábamos por la Parroquia San Pedro Telmo, dije que me iba a anotar para ir a visitar a los abuelos el segundo y el cuarto sábado de cada mes.
viernes, 20 de mayo de 2011
Deme un kilo de tiempo por favor
lo peor de todo es no ser dueño de tu tiempo. Somos esclavos, diría civilizados, pero ni siquiera. Somos esclavos porque tenemos que trabajar 10 horas con una de almuerzo de una a tres. No estoy hablando de mi trabajo. Estoy hablando de todos los trabajos que te obligan a cumplir horario. Tenes que ir al médico y usas la hora de almuerzo que nunca te alcanza porque los médicos siempre te hacen esperar y te sentís culpable, terminás confesándole a tu jefa que estás "demorándote" porque te están haciendo un papanicolau. Y ni hablar cuando tenes hijos. Tres meses con tu hijo y otra vez al régimen. Frizas leche materna. DIJE QUE FRIZAS LECHE MATERNA. A quién le parece normal eso? Los otros meses, los sin goce de sueldo, tenes que pedirlos. Hola señora jefa, quiero pedirle tres meses más de licencia sin goce de sueldo. Pedir tiempo a tu trabajo para estar con tu hijo? hay algo más ridículo que eso? Y no es algo que se soluciona cuando los chicos caminan y "se cuidan solos". No se soluciona porque no da pedirte la tarde para ir a las tres de la tarde a la escuela del nene porque hay una clase abierta. O irte dos horas antes porque tenes que ir a hacer el recorrido del micro que después va a hacer tu hijo todos los días de su escuela primaria porque vos no podes ir a buscarlo porque trabajas hasta las dieciocho y treinta, y tu hijo sale de la escuela a las cinco. No da. Nada de esto da. Mi abuela nunca le pidió tiempo a nadie para cuidar a sus hijas. Y mi madre tampoco. No veo por qué deba hacerlo yo. He dicho.
sábado, 14 de mayo de 2011
por ejemplo
ahora puse un lavarropas #verdad#amadecasa. Más tarde arranco con el vinito y la picadita. En un par de horas, Kitano, el gato heredado, me verá ebria y sonreirá.
no escribo básicamente
porque todas las cosas que se me ocurren son ñoñas y pelotudas y nadie quiere leerme feliz.
pero denme unos días que por alguna cosa seguro me voy a llenar de odio y voy a volver.
posta, eh.
pero denme unos días que por alguna cosa seguro me voy a llenar de odio y voy a volver.
posta, eh.
lunes, 9 de mayo de 2011
odio inescrupulosamente
a la gente que tiene llamadores de ángeles. Me pregunto: existen los ángeles? cómo puede haber personas que crean que los ángeles existen? Los ángeles vienen si uno los llama? y si se los llama con ruido a caña vienen más rápido?
domingo, 1 de mayo de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
Empezamos el viernes bien arriba
Estoy hablando con La Caja de Seguros y mientras espero que un representante me atienda -señor cliente: en este momentos todos nuestros representantes están ocupados, aguarde en líne por favor- escucho Michelle, de los Beatles, pero versión reggae y me dan ganas de ir y matar a todos.
jueves, 28 de abril de 2011
i wish i could
Estar enferma en casa. Unos grados de fiebre. Saber que mañana voy a faltar al colegio. Tomar sopa. Taparme. Calentarme los pies en el hogar de casa. Mirar los programas de la tarde. Ir a comprar galletitas al almacén de enfrente y elegirlas de la lata. Ir caminando a la biblioteca de la escuela #8. Cruzar la vía por el atajo. Decir mentiras. No tener culpas. No tener responsabilidades. No tener miedo. Subir la escalera únicamente con la luz prendida. Leer antes de dormir. Comer panqueques con dulce de leche. Jugar en la hamaca del fondo.
lunes, 25 de abril de 2011
ser egocéntrica y un poquito pelotuda
es creer que las cosas que te pasan a vos, en tu vida de 140 caracteres, tienen más relevancia que las cuestiones de estado público.
En una reunión con amigos, el sábado a la noche
Mientras discutíamos el affaire Lousteau-Viale, mi novio dijo: no sé qué le ven a Juanita. Es una mina común. Vas un sábado a Palermo y ves mil Juanitas. Sin ir más lejos, mi novia es más linda que Juanita #noviababosa
jueves, 21 de abril de 2011
miércoles, 20 de abril de 2011
martes, 19 de abril de 2011
una vez, una suegra me escribió esto desde Aruba
Hola carma: qué bueno que no te enojaste. que lo de ustedes es una cuestión de tiempo nunca tuve ninguna duda pero escuchame con atención. ya que entré en el baile voy a bailar bien: te mentí y S una tarde habló conmigo sobre vos y se despachó con todo. Ustedes no lo saben pero hasta usan las mismas palabras para describir sus problemas, fue una charla larga en donde me dijo casi lo mismo que vos y algunas otras cosas. no me acuerdo de todo pero lo más importante era: que él estuvo muy mal con vos, que perdió la paciencia que siempre le tuvo a su diferencia de edad y se encaprichó en que vos hagas la vida de alguien de 26 años y no se dio cuenta de que eso es imposible y que te hizo sufrir mucho. que él era un neura y se hacía problema por cualquier cosa y que cuando no tenía que descansar, estaba cansado y nunca salía con vos o se creía que por ir a bailar era un tarado, y que como vos lo malcriabas, él no reaccionaba. pero sobre todo, que él siempre supo que para estar con vos tenía que esperarte en muchas cosas porque eras chica y aunque siempre lo hizo, el último tiempo se había confundido por problemas y cosas que le pasaron (como los casamientos de sus amigas) y que lo habian echo maquinar cualquier cosa y que habia dejado de creer en vos y en su relacion por algunas cosas que les pasaron a los dos y que de todo ese rejunte te habia echado la culpa a vos cuando realmente él era el equivocado . que no se podía perdonar que por ese raye que le agarró había empezado a exigir de vos cosas que nunca había exigido y que se había confundido con que vos eras la que se tenía que acomodar a él y a sus tiempos y no al contrario, y que vos sufriste mucho por eso y tenés razon en estar enojada. Te lo imaginas hablandome a mí de esa manera con lo mudo que siempre fue en ese sentido. yo no lo podia creer. se ve que se quería desahogar y me lo contó todo . para esto te llamé el otro dia pero no me animé a decirtelo. También recuerdo otras 2 cosas muy importantes como que nunca te pediría que vos te vayas con él si le sale algun club afuera porque sos chica y tu vida esta acá, y que a pesar que siempre dijo que se iba igual no se iria sin tu apoyo porque para él eras más importante que los dólares que se pudiera traer y que él se había dado cuenta de que si alguna vez volvia con vos y te tenia que esperar hasta los 40 años lo iba a hacer porque te quería. pero que vos no le perdonabas sus errores y que ahora ya no querías saber más nada, lo noté muy resignado y creyendo que ya nada bueno pudiera pasar.
Me parece que está claro que el que cedió fue el porque se dio cuenta de la realidad. no va a volver a tener 20 años pero ir a un boliche con vos o vivir menos apurado no es ser un pendejo , además vos no sos ninguna pendeja y él tampoco, es un hombre super adulto SON DOS NABOS. me parece que es normal que se puedan confundir, los dos hicieron muchos esfuerzos por estar juntos y no estan ajenos a que les entre alguna duda pero dense cuenta que se quieren y que siguen estando en el mismo proyecto como me dijiste vos. evidentemente los dos se dieron cuenta de muchas cosas en este tiempo separados y tienen que corregirlas. yo lo único que te puedo decir más allá de contarte esto, es que es verdad que él está bastante cambiado, mucho mas tranqui, y no se vive haciendo drama por todo, pero está triste y eso a mí no me lo puede disimular. por otro lado nunca tenes que ponerte, como vos dijiste, bajo el ala de una pareja sea seba o quien sea y tenes que crecer paralelamente a esa relación y experimentar tus cosas aunque no creo que sea un problema entre vos y él porque en ese sentido sé que es un tipo muy abierto y que siempre se ocupa de que vos tengas la libertad y el espacio que necesitas. No sé che, hagan lo que quieran pero abran los ojos y vean lo que construyeron con tanto esfuerzo y no dejen que se le derrumbe de un día para otro. no sé qué pensaras vos pero él cree que vos ya no lo vas a perdonar y cuando uno esta así puede llegar a hacer cualquier cosa con tal de dejar de pensar o solo para tener la cabeza ocupada en otra cosa y acordate lo que te dice normi: no se duerman por que SE VAN A TERMINAR PERDIENDO .... Por favor ni se te ocurra decir esto a nadie porque nunca tendría que habertelo dicho pero ya que ahora metí la pata hasta el fondo espero que por lo menos sirva para algo.
Besos, seguimos en contacto y te anuncio que ya me las vas a pagar (cuando llegue te voy a llevar la factura de internet porque acá, por si te olvidaste, pago en dólares ), me salis muy cara carma así que espero que valga la pena. Todavia tenes tu servilleta con la P esperándote en casa.
domingo, 17 de abril de 2011
así estamos
Por estos días embalamos. El gordo guarda en (muchas) cajas sus 1500 libros ordenados al-fa-bé-ti-ca-men-te. ERA OBVIO. Yo compré ese plástico con burbujitas que a todo el mundo le gusta explotar para no perder ningún platito de porcelana en el camino. ERA OBVIO. Por ahora no entramos en pánico pero esperen a que veamos nuestras vidas juntas en un camión y van a ver. Grace ya nos compró un juego de sábanas y una alfombra anti deslizante para el baño de abajo#cosas de madre en las que yo nunca repararía. Estamos a punto de abrir una casilla postal para recibir donaciones/regalos:
- enceradora (metros y metros de piso de madera no pueden estar opacos, che)
- Tostadora (la del gordo ompió)
- multiprocesadora (Perla cocina, no se olviden)
- Copas de vino
- Plancha grill (nos caben los churrascos)
Después viene la pesadilla de la instalación de los servicios (el cable, la internechi, el botón anti pánico, ja), los cambios de titularidad y de domicilio. Es decir, pelearnos con TODOS los servicios para que vengan a tiempo y no nos estafen. Mi dios. Hablando de eso me di de baja (bueno, es un decir, estoy intentando darme de baja) de Cablevisión. El procedimiento que te indican muy amablemente por teléfono es: mandar un email a sociosarrobalagaronpadecablevision.com solicitando la baja e indicando el motivo. lo hago. Escribo que el motivo es mudanza. Acto seguido me llega un e mail que dice: una mudanza no es motivo de dejarnos. ¿Perdón? ¿y vos quién sos, Mierdavisión, para decirme a mí cuál es un buen motivo para dejarte? ¿éramos novios y no me había dado cuenta? Y eso no es lo peor. Lo peor es que en ese mismo mail me invitaban a dejar mi nueva dirección para reconectarme el cable en el upite cuando me haya instalado. Llamo otra vez al 0800. Le explico nada amablemente a la del call center que me voy del país, que dudo que me quieran instalar el cable en Tanzania. Lo digo seria. Ella hace un breve silencio pero sigue hablando y parece creerme. Me dice que me quede tranquila, que el trámite de baja está en curso. Ayer sábado, sa-ba-do, un día no laborable para la mayoría, me llama una NN de Cablevisión al celular:
-buenas tardes señorita la estamos llamando de Cablevisión
-sí
-la estamos llamando para preguntarle si tuvo algún inconveniente con el servicio
-ya respondí esa pregunta
-y se puede saber el motivo de la baja?
-eso también lo respondí, no una, dos veces, pero se lo repito una vez más: me voy del país.
-y dígame, señorita, se va por tiempo indeterminado o por un corto período?
-me parece que eso no es de su incumbencia, quiere que le diga también la fecha de mi última menstruación?
-No se lo tome a mal, señora, disculpe si la ofendí bla bla
-no la disculpo nada porque me llama un sábado para preguntarme cosas que ya expliqué así que hágame el favor de cortarme el maldito cable porque voy a prender fuego todo, me escuchó?
El lunes les cuento cómo seguimos.
martes, 12 de abril de 2011
domingo, 10 de abril de 2011
viernes, 8 de abril de 2011
Una casa en blanco
No le quedan muchas noches de soledad a mi living. A mi living no le quedan muchas soledades compartidas conmigo. Tenía que ser así: este espacio, que a veces te recuerda y le parece verte sentado en el sillón, va a ser de otro que ni siquiera sabe tu nombre, que nunca te vio por acá ni sabe que cuando te reís se te achinan los ojos. No quedarán indicios de tu paso por aquí. Se volverá invisible lo que todavía, a veces, se hace visible. A mi baño sólo le quedará el recuerdo de la sorpresa por aquella tapa levantada. Pero nada más. Esta casa será, dentro de unos pocos días, una casa en blanco. Es mentira que quedará algo tuyo en ella. Tampoco queda algo tuyo en mí. Así tenía que ser, no?
miércoles, 6 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
Recién, en la oficina
un joven de 22 me convida un mate frío. lo obligamos a cambiar el agua y ofrecernos uno con la temperatura adecuada. En una palabra: caliente. Al minuto (no es metafórico, quiero decir que pasó un minuto, sesenta segundos) vuelve y me ofrece uno caliente. Y con Torno, socarronas, decimos que qué rápido es ir de cero a cien cuando sos tan joven y tenes esa piel y qué trabajoso se vuelve todo con la edad.
lunes, 28 de marzo de 2011
Puro espamento
el lunes, al final, resultó ser como una inyección: cuando ves cerca la aguja te estremecés del dolor y después, cuando sentís el pichazo, pensas: no era tan grave.
domingo, 27 de marzo de 2011
Nacidos entre el '75 y el '82
Hoy, en el cumpleaños número noventa y uno de la abuela (yo se los anticipé: esta vieja nos va a enterrar a todos) nos dimos cuenta (quiero decir: los primos nos dimos cuenta) de que estábamos grandes porque el promedio de edad de la "mesa de los chicos" (esa que en las reuniones familiares siempre se añade a la principal, a la de los adultos, muy posiblemente en forma perpendicular, haciendo de patita corta de la T mesística) era de treinta y dos años. Criaturas de treinta y dos para arriba y mesa de chicos no combina mucho. Lo que había hoy (más allá de lo jóvenes que nos sentimos y lo infantiles que somos) eran dos mesas de (por ahora llamémoslo así) distintas clasificaciones de adultos, por supuesto, dispuestas en forma de T: una de adultos asumidos y otra de adultos a punto de. Digo a punto porque cuando compartí esta reflexión con los otros integrantes de la mesa de los no-chicos, mi hermana dijo: tenemos que renovarnos, tienen que venir nuevos chicos (juro que lo dijo textual, nuevos chicos) a la familia.
Depresión post fin de semana largo
viste cuando eras chica/o y algunos domingos tenías ganas de sentirte mal para faltar el lunes a la escuela? bueno, así.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Basta ya
te juro que votaría al próximo jefe de gobierno que me asegure que no va a hacer NINGUN recital más en la 9 de julio.
sábado, 19 de marzo de 2011
Hoy tenía ganas de mamá
Mi madre vive en otra ciudad y desde que se mudó me siento un poco huérfana. Mamá está y no está. Cuando está en Buenos Aires nos vemos una o dos horas, casi siempre en una comida y hablamos de muchos temas sin ahondar en ninguno. En apariencia (y sobre todo por teléfono) no tenemos una gran relación: solemos ladrar en lugar de hablar pero nos entendemos. Yo la he visto en situaciones como nunca hubiese querido verla y ella también me ha visto a mí. En esos momentos bajamos la guardia porque aunque haya mucha gente alrededor sé que las dos sentimos que estamos solas. Cuando era chica los sábados eran de almuerzos suculentos (vacio al horno con papas, milanesas napolitanas) y al aire libre, si es que el día estaba lindo. Los sábados en Haedo eran, para mí, siempre lindos. Volvía de danza y después de la comida, una vuelta por los negocios con mamá para comprar algo que seguramente iba a estrenar esa misma noche. Hoy tenía ganas de verla, de pasear con ella. ¿si se lo dije? por supuesto que no: apenas puedo escribirlo.
viernes, 18 de marzo de 2011
Quiero besarte para pedirte perdón. Para que no hables. Para llorar tus lagrimas y llorar por todos menos por vos. Besarte y hacerte enojar. Besarte por ayer, por el silencio, por lo que no fue. Por tu madre, tu padre, por tus hijos que nunca conoceré. Besarte para despedirme, llorar para que no te quedes.
martes, 15 de marzo de 2011
Hoy estamos más a tono
Blazer y labios rojo carmesí
chal a rayas blando y negro
pantalón nevado azul y blanco
botas masculinas made in suiza
nuevo corte de pelo
chal a rayas blando y negro
pantalón nevado azul y blanco
botas masculinas made in suiza
nuevo corte de pelo
lunes, 14 de marzo de 2011
La vidriera del sufrimiento masculino
Acabo de terminar Los Enamorados, de Alfred Hayes. Además de disfrutar cada oración, cada párrafo, cada página (por lo bien escrita que está, por lo cruda y conmovedora que es su prosa), me dio placer, debo confesarlo, leer sufrir a un hombre. Te da como una esperanza, una sensación de alivio, de paridad, aunque no sea del todo real. Ellos, cuando son abandonados, tampoco duermen. Ellos también creen ver al amor de su vida en el rostro de cualquier mujer. Ellos, cuando están solos, también tienen miedo. Ellos también extrañan. Pero ellos, a pesar de todo, a pesar de reconocer que amaron e imaginarse feliz al lado de tal o cual mujer son (no en todos los casos pero casi) cobardes, no se animan a confesar lo que sienten. No se animan a decirlo ni aún sabiendo que pueden volver a perderla. Y cuando sucede eso, cuando se quedan solos por no haber hablado o porque habló ella y dijo no va más, hacen el duelo, aceptan la situación con una mínima dósis de dramatismo, y se convencen de que, en realidad, no necesitan a ninguna mujer.
PD: Lo gracioso (ahora que lo pienso la palabra es predecible) es que subrayamos las mismas partes.
viernes, 11 de marzo de 2011
decí que estaba de buen humor, de lo contrario su dentadura hubiese corrido peligro
Palermo.
Negocio de indumentaria femenina.
Perla: hola, vengo a retirar una pollera que me traían de Unicenter
Vendedora: ...
vendedera 2: es la chica que vino el sábado, la atendiste vos.
Vendedora: ah, sí, viniste con tu novio, no?
Perla: ah, te acordas de mi novio
Vendedora: y sí.
Perla: está bien, yo si fuera vendedora también me acordaría de él.
Negocio de indumentaria femenina.
Perla: hola, vengo a retirar una pollera que me traían de Unicenter
Vendedora: ...
vendedera 2: es la chica que vino el sábado, la atendiste vos.
Vendedora: ah, sí, viniste con tu novio, no?
Perla: ah, te acordas de mi novio
Vendedora: y sí.
Perla: está bien, yo si fuera vendedora también me acordaría de él.
viernes, 4 de marzo de 2011
Cortita de viernes
Me gusta el gazpacho, me gusta la música, me gusta bailar, me gusta escribir, me gusta leer, me gusta mi novio. Mucho.
martes, 1 de marzo de 2011
haciendo zapping
me indigno. No puede ser que la supuesta ruptura entre Luli Zalazar y Redrado sea, para los noticieros centrales, una noticia.
¿a quién carajo le importa la vida privada de estos dos personajes siniestros?
¿a quién carajo le importa la vida privada de estos dos personajes siniestros?
domingo, 27 de febrero de 2011
Domingo IV
Tiro Lysoform. La mezcla del olor a ajo del escabeche con el amoníaco de la tintura es letal.
Domingo II
Ahora me auto-tiño las canas (y, por default, toda la cara). El mechón a lo Susan Sontag no daba para más.
viernes, 25 de febrero de 2011
Las súbitas y efímeras ganas de dejarte
Una oración mal interpretada, leída con un tono equivocado, es un dolor de panza que ya no puedo tolerar.
martes, 22 de febrero de 2011
Despotricada nao tem fim
De Brasil me molesta casi todo: su cachaca, sus reais, su todo con maracuyá, su Pelé o mais grande do mundo, su lenguaje cachondo y, sobre todo, su fundamentalismo de la alegría. Me molesta el "infelizmente" (ellos dicen, como cantando, claro, infelizmenchi) que te tiran cada vez que no pueden ayudarte con algo. Vas a una de esas pousadas que desde la web parecen el paraiso y llegas y es tan precario (porque no jodamos, no confudamos precariedad con selva y naturaleza) que no sabes cómo hacer para convencerte de que es lindo, que te gusta lo precario. Todos, absolutamente todos los adornos, y hasta los electrodomésticos, tienen caña. La cama, los cuadros, la heladera, son de caña. Para peor, tienen otros enchufes. Otro voltaje. Y vos llegas con tu secador de pelo (es la única manera de combatir la preciosa humedad del lugar) y zas, te das cuenta de lo del enchufe. Pedís un adaptador en recepción. Infelizmenchi nao tem. Te quedás varado, como yo, cinco horas en algún aeropuerto (léase en las grandes ciudades, los de las islitas del norte es como estar en la isla de Lost), querés tomar un café y vas a pagar y no aceptan pesos argentinos (pero cómo: ¿no eramos todos hermanitos del Mercosur?), ni euros, cuando estás en el pabellón de pasajeros en tránsito y el 80% de los vuelos llega de Europa. Infelizmenchi no se puede trocar dinero aquí. Otro temita que amerita un par de líneas es la música. Todos, los Argentinos especialmente, se bajan del avión con ganas de escucharse una sambita y hacer algún que otro meneo de caderas. Pero después van a la playa y desde las nueve de la matina hasta las ocho de la noche suena el mismo chic, chiqui chic, chiqui chic, chiqui chic, y se repite Caetano, Marisa Monchi, y si te descuidas hasta puede llegar a sonar una Gal Costa. ¿Pueden bajar un poco la música por favor? eu no comprendo. Esa es otra: no te entienden, no hacen ningún esfuerzo por entenderte. Te miran como si les hablaras en arameo. Después de intentar un rato, sugerís: ¿inglés? infelizmenchi eu no falo inglés.
Esta madrugada juré que no volvería.
domingo, 13 de febrero de 2011
viernes, 11 de febrero de 2011
Desde Firenze
El gordo dice que Florencia es la ciudad del Renacimiento y yo digo que es la ciudad del cuero.
Él se apura para ir a la galería de los Uffizzi y yo para que no nos cierren los negocios.
Yo hago un esfuerzo sobrehumano para no gastar y él me dice: si yo fuese mujer me compraría todo.
así estamos.
Él se apura para ir a la galería de los Uffizzi y yo para que no nos cierren los negocios.
Yo hago un esfuerzo sobrehumano para no gastar y él me dice: si yo fuese mujer me compraría todo.
así estamos.
miércoles, 9 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
Citta bella
Siendo las 9.o7 PM nos reportamos semi ebrios desde un bar skater suizo llamado OOPS.
El gordo está feliz porque por primera y última vez en la vida el sticker de su computadora hace juego con el revistero del lugar (léase Thrasher).
arivedderci!
El gordo está feliz porque por primera y última vez en la vida el sticker de su computadora hace juego con el revistero del lugar (léase Thrasher).
arivedderci!
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Hoy viajamos,
Los restos de nuestro amor
lunes, 7 de febrero de 2011
En suiza
Hablamos (bueno, intentamos hablar) en italiano.
Comemos verdura orgánica, pepinillos y quesos de las más diversas variedades.
Caminamos cuesta arriba y abajo
Disfrutamos del cielo más diáfano que alguna vez hayamos visto
Vivimos en un barrio que se llama Besso y, en su honor, nos besamos todo lo que podemos.
(todavía) no dormimos del todo bien
No perdemos las costumbres: leemos en la cama
Vemos pasar un bebé por segundo
Comemos verdura orgánica, pepinillos y quesos de las más diversas variedades.
Caminamos cuesta arriba y abajo
Disfrutamos del cielo más diáfano que alguna vez hayamos visto
Vivimos en un barrio que se llama Besso y, en su honor, nos besamos todo lo que podemos.
(todavía) no dormimos del todo bien
No perdemos las costumbres: leemos en la cama
Vemos pasar un bebé por segundo
Todas las noches nos tapamos de más
Celebramos el silencio
Andamos en funicular
Nos sentamos en un muelle a contemplar el lago
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Hoy viajamos,
Los restos de nuestro amor
jueves, 3 de febrero de 2011
Reflexión de jueves a la mañana
Eso de hacerle cosquillas al mate para que se destape es una imbecilidad pero funciona.
miércoles, 2 de febrero de 2011
martes, 1 de febrero de 2011
jueves, 27 de enero de 2011
Digo, no sé.
Cuando perdés a tu pareja perdés a una persona que está todo (o casi todo) el día pensando en vos.
y eso es lo que más duele.
y eso es lo que más duele.
miércoles, 26 de enero de 2011
Esos raros comienzos nuevos...
Es como cuando se corta la crema. Uno sabe que, para evitarlo, debe batir con suavidad, realizando movimientos envolventes en la misma dirección. Sin embargo, la posibilidad de que se corte está siempre ahí. A un movimiento brusco, a un movimiento al revés. y cuando se corta, zas, no hay solución.
Carmen está hablando de la relación de Nerina y Esteban. Pero antes de llegar a esa conclusión, habló y arriesgó otras premisas que incluyeron términos como “proyección”, “fobias”, “desequilibrio”, “duelo”. Porque los psicoanalistas son así, piensa Nerina: hablan de uno y de su entorno como si lo conociera, elaboran perfiles con la poca o mucha información que el paciente esté dispuesto a brindar (cómo empezó todo, cuándo, usted qué hizo al respecto) y todo termina de la misma manera: en un duelo. No importa si no resolviste con éxito el complejo de Edipo, si te destetaste a los once años o si estás enamorada de tu medio hermano. Abren un paréntesis adentro de otro paréntesis y concluyen en lo mismo. Una pérdida, una separación o una muerte (de un vínculo, de una realidad, de una planta o de una persona, da igual) trae aparejado un duelo. Y eso es precisamente lo que le espera a Nerina: un duelo. Ella todavía no lo sabe pero va a separarse de Esteban. Hasta que eso no suceda, no entiende de qué crema ni de qué duelo le están hablando.
Carmen está hablando de la relación de Nerina y Esteban. Pero antes de llegar a esa conclusión, habló y arriesgó otras premisas que incluyeron términos como “proyección”, “fobias”, “desequilibrio”, “duelo”. Porque los psicoanalistas son así, piensa Nerina: hablan de uno y de su entorno como si lo conociera, elaboran perfiles con la poca o mucha información que el paciente esté dispuesto a brindar (cómo empezó todo, cuándo, usted qué hizo al respecto) y todo termina de la misma manera: en un duelo. No importa si no resolviste con éxito el complejo de Edipo, si te destetaste a los once años o si estás enamorada de tu medio hermano. Abren un paréntesis adentro de otro paréntesis y concluyen en lo mismo. Una pérdida, una separación o una muerte (de un vínculo, de una realidad, de una planta o de una persona, da igual) trae aparejado un duelo. Y eso es precisamente lo que le espera a Nerina: un duelo. Ella todavía no lo sabe pero va a separarse de Esteban. Hasta que eso no suceda, no entiende de qué crema ni de qué duelo le están hablando.
lunes, 24 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
Por qué no te callas
Escuchar a Ari Paluch hablando con De Narvaez provoca súbitas ganas de morirse.
Tema: mi abuela
Mi abuela tiene noventa años pero ayer le dijo a la enfermera que tenía sesenta. Unos minutos antes había piropeado al doctor.
Mi abuela habla en español pero putea en italiano.
Le decimos la abuela retruquera porque le fascina llevarte la contra y tener la última palabra.
Hace un tiempo se agarró una infección ginecológica. Mi mamá la acompañó al médico. Cuando estaban en pleno examen el médico empezó a decirle que no se preocuopara, que él se la iba a dejar como nueva. Y ella no tuvo mejor idea que responderle ¡sabe lo que la usé yo!
A mi abuela le gusta la carne y los perros. Cada vez que va a la carnicería pide un bife de lomo para ella y otro para el perro.
Su color favorito es el violeta.
Mi abuela hace los mejor tacuneles (léase masa de tallarín cortada en cuadrados) del mundo
Está más lúcida que toda mi familia junta.
A mi hermana, a mi primo y a mí, todos mayores de treinta, nos dice nene y nenas.
Mi abuela, además de temblar cada tanto, ve cada vez menos: a fin de año le regalé un álbum de fotos de sus dulces 90 y en una foto en la que estaba mi papá con un delantal porque estaba haciendo un asado, dijo: esta señora no sé quién es.
La semana pasada se descompuso. Nos dio un susto bárbaro. La internaron por unas horas y la mandaron a la casa. Respiramos. Ayer otra vez descompuesta. El miedo. la palabra operación. Operación con riesgo de muerte. La muerte y mi abuela no son compatibles en mi cabeza. Me cago en la ley de la vida. La abuela no se muere. A la abuela se la besa antes de entrar al quirófano, se le dice te quiero y se le promete ir a tomar un helado cuando todo termine. La abuela sonríe y nos cree cuando le decimos que no es una operación, es un estudio. La abuela es fuerte: sale del quirofano, está más rosada y menos amarilla, sonríe cuando le grito abuela en el oído a pesar del efecto de la anestesia y yo pienso, siento, que tenemos abuela para rato.
Mi abuela habla en español pero putea en italiano.
Le decimos la abuela retruquera porque le fascina llevarte la contra y tener la última palabra.
Hace un tiempo se agarró una infección ginecológica. Mi mamá la acompañó al médico. Cuando estaban en pleno examen el médico empezó a decirle que no se preocuopara, que él se la iba a dejar como nueva. Y ella no tuvo mejor idea que responderle ¡sabe lo que la usé yo!
A mi abuela le gusta la carne y los perros. Cada vez que va a la carnicería pide un bife de lomo para ella y otro para el perro.
Su color favorito es el violeta.
Mi abuela hace los mejor tacuneles (léase masa de tallarín cortada en cuadrados) del mundo
Está más lúcida que toda mi familia junta.
A mi hermana, a mi primo y a mí, todos mayores de treinta, nos dice nene y nenas.
Mi abuela, además de temblar cada tanto, ve cada vez menos: a fin de año le regalé un álbum de fotos de sus dulces 90 y en una foto en la que estaba mi papá con un delantal porque estaba haciendo un asado, dijo: esta señora no sé quién es.
La semana pasada se descompuso. Nos dio un susto bárbaro. La internaron por unas horas y la mandaron a la casa. Respiramos. Ayer otra vez descompuesta. El miedo. la palabra operación. Operación con riesgo de muerte. La muerte y mi abuela no son compatibles en mi cabeza. Me cago en la ley de la vida. La abuela no se muere. A la abuela se la besa antes de entrar al quirófano, se le dice te quiero y se le promete ir a tomar un helado cuando todo termine. La abuela sonríe y nos cree cuando le decimos que no es una operación, es un estudio. La abuela es fuerte: sale del quirofano, está más rosada y menos amarilla, sonríe cuando le grito abuela en el oído a pesar del efecto de la anestesia y yo pienso, siento, que tenemos abuela para rato.
miércoles, 19 de enero de 2011
martes, 18 de enero de 2011
De primer orden
Vos decís que no había necesidad.
y yo digo que verte sonreír puede ser una necesidad para muchos.
y yo digo que verte sonreír puede ser una necesidad para muchos.
lunes, 17 de enero de 2011
domingo, 16 de enero de 2011
viernes, 14 de enero de 2011
1-0
-no me des explicaciones
-vos las pediste
-yo no te pedí nada
-eso dicen todos cuando les decís que no los querés.
-vos las pediste
-yo no te pedí nada
-eso dicen todos cuando les decís que no los querés.
El orgasmo del paladar III
Bastones de muzarella con salsa de tomates
salmón con salsa teriyaki y torrecita de arroz
lomo relleno con champignon y papas rosti.
En Sudeste.
salmón con salsa teriyaki y torrecita de arroz
lomo relleno con champignon y papas rosti.
En Sudeste.
jueves, 13 de enero de 2011
miércoles, 12 de enero de 2011
El orgasmo del paladar II
-Tarte tatin de tomate y muzarella
-Entraña marinada con orégano y puré de batata
-Linguinis con salsa de chipirones
-Bondiola de cerdo con habas fritas
-Volcán en erupción de chocolate
En Sucre
-Entraña marinada con orégano y puré de batata
-Linguinis con salsa de chipirones
-Bondiola de cerdo con habas fritas
-Volcán en erupción de chocolate
En Sucre
martes, 11 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
El orgasmo del paladar
Brochette de langostinos con crema de espinaca y corazón de alcaucil.
Ribs con salsa barbacoa.
En Kansas
Ribs con salsa barbacoa.
En Kansas
sabés qué pasa?
Que a una cierta edad a los hombres empiezan a gustarles las mujeres no diría con perfil de amas de casa pero sí hacendosas, buenas cocineras, custodias del buen orden y esas cosas. Y vos de a poco te vas convirtiendo en eso (a nosotras también nos pasan los años) y mezclas el delantal con algún short con tachas para no sentirte su vieja cuando recién se casó. Ellos dicen que les gustamos porque somos versátiles, porque nos llevamos bien con sus amigos. Dejan de decirnos que les gustamos porque tenemos buen culo. Y en el medio, pasa caminando una pendeja que no hace otra cosa que cultivar su cuerpo (ni hablar del intelecto) y ellos, los que veneran todo lo que esa mujercilla no tiene, la miran embobados y vos ahí, en ese preciso instante, te querés matar. Te querés matar porque vos, hasta no hace mucho tiempo, eras como ella. Ibas a la facultad, salías en bolas a la calle, dormías en cualquier casa hasta cualquier hora, salías con cualquiera. No ponías ni la mesa. Pensás: ¿cuándo me convertí en esto? ¿por qué? Y no sabés qué responderte. La concha de la lora. Qué incómodo todo. y te acordas de los foros que aparecen en internet donde una treintena de minas se pregunta lo mismo que vos: cómo ser una ama de casa-madre-pendeja reventada (que en el fondo somos todas) al mismo tiempo. Qué interrogante de mierda para un lunes 10 de enero.
viernes, 7 de enero de 2011
Escuchate esta
Un amigo de un amigo me acaba de decir vía Facebook que me hace 5 hijos en 2 horas. No respondo porque, a pesar de que se me hayan cruzado por la cabeza todas las barbaridades que están pensando, el semental que escribe es un perfecto desconocido y no tengo ninguna intención de intimar con él.
A los pocos segundos, recibo otro mensaje: perdón, Perla. No era para vos ese mensaje. Me confundí de contacto. No lo tomes a mal.
Mejor ni les cuento qué le respondí.
A los pocos segundos, recibo otro mensaje: perdón, Perla. No era para vos ese mensaje. Me confundí de contacto. No lo tomes a mal.
Mejor ni les cuento qué le respondí.
Si esto no es la felicidad, estamos muy cerca
Dormí bien.
estreno rouge coral, gentileza de mi amiga Clau.
Estacioné en la puerta de la oficina
alguien me dijo que me iba a preparar postre vigilante todos los días
hoy partimos hacia el campo
mañana nos vamos a despertar con el canto del gallo vecino
estreno rouge coral, gentileza de mi amiga Clau.
Estacioné en la puerta de la oficina
alguien me dijo que me iba a preparar postre vigilante todos los días
hoy partimos hacia el campo
mañana nos vamos a despertar con el canto del gallo vecino
jueves, 6 de enero de 2011
Te tiro un tip
Si me preparás un postre vigilante (es con dulce de batata, esas cosas ni se preguntan) tenes un alto porcentaje de probabilidades de enamorarme.
miércoles, 5 de enero de 2011
Farmacity, estás muerto.
Ayer le declaré la guerra a Farmacity luego de esta penosa conversación:
Perla: buenas tardes, norfloxacina por favor
Farmacéutica: sí, es con receta
Perla: no tengo receta, se me acabó la caja hoy y tengo que seguir con el tratamiento
Farmacéutica renegada: no te lo puedo vender sin receta
Perla llena de odio: pero no estoy comprando ketamina. Es un antibiótico de mala muerte
Farmacéutica infeliz: probá en la farmacia de la esquina a ver si te lo venden
Dicho y hecho: fui a la farmacia de la esquina, que es atendida por su dueño, un viejo adorable que no sólo me vendió mi querida norfloxacina sino que me aconsejó sobre su administración y me deseó que me mejorara pronto. Desde hoy es mi farmacia de cabecera. Hay que ser conchuda, eh.
Perla: buenas tardes, norfloxacina por favor
Farmacéutica: sí, es con receta
Perla: no tengo receta, se me acabó la caja hoy y tengo que seguir con el tratamiento
Farmacéutica renegada: no te lo puedo vender sin receta
Perla llena de odio: pero no estoy comprando ketamina. Es un antibiótico de mala muerte
Farmacéutica infeliz: probá en la farmacia de la esquina a ver si te lo venden
Dicho y hecho: fui a la farmacia de la esquina, que es atendida por su dueño, un viejo adorable que no sólo me vendió mi querida norfloxacina sino que me aconsejó sobre su administración y me deseó que me mejorara pronto. Desde hoy es mi farmacia de cabecera. Hay que ser conchuda, eh.
martes, 4 de enero de 2011
lunes, 3 de enero de 2011
¿qué hora es? hora de volver a terapia
Me gustaría preguntarle a María Mercedes cuál es la interpretación psicoanalítica de la infección urinaria. Es que ella siempre le atribuye mis enfermedades a algún rollo que anda dando vueltas por ahí. La afonía, según ella, son las palabras atragantadas, la imposibilidad de decir algo. ¿y el asma? ¿Y las ganas de hacer pis cada un puto segundo? ¿será que el inconsciente tiene deseos de eliminar toxinas por demás?
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