Recién, en la oficina
un joven de 22 me convida un mate frío. lo obligamos a cambiar el agua y ofrecernos uno con la temperatura adecuada. En una palabra: caliente. Al minuto (no es metafórico, quiero decir que pasó un minuto, sesenta segundos) vuelve y me ofrece uno caliente. Y con Torno, socarronas, decimos que qué rápido es ir de cero a cien cuando sos tan joven y tenes esa piel y qué trabajoso se vuelve todo con la edad.