Formas de volver a casa

De Alejandro Zambra. Se lee de una sentada. Al menos, en una de avión. Me gusta este chileno. Es la tercera novela que leo y siempre logra conmoverme.

Cuando estás desequilibrado corres el peligro de escribir cosas como esta

Vos
menos tu egoísmo
es igual a
la posibilidad de compartir


Vos
menos tus miedos
es igual a
una persona que puede comprometerse


Vos
menos mis proyecciones
es igual a
un tipo detestable


Vos
menos yo
es igual a
esto que sos hoy y detesto

Yo
menos vos
es igual a
una mujer que no existe.

No es TU casa, nena.

algo chiquito

Los optimistas suelen decir buen día y los optimistas pelotudos son los únicos capaces de decir buen día un lunes a la mañana. Yo, que hoy me hubiese quedado durmiendo hasta la hora de la merienda y que reniego de los trabajos que manejan las agujas de nuestro tiempo, digo apenas hola. Digo hola desde el 93, el bondi con el recorrido más largo, lento y accidentado del mundo. Hola, desde el 93, porque me compré un auto hace cuatro años y todavía no me lo entregaron. Hola, Romina. Hola. El hola cambia, o mejor dicho, cambia mi pulso (parece que estoy hablando, lo sé, pero estoy escribiendo), cuando al lado del hola escribo tu nombre. Entonces: hola Romina, hola Romina, hola Romina. Eso: muchos hola para vos y un beso, claro, de todos los que venimos amuchados en el 93.

Las mantenidas sin sueños

Gente que repite que es suerte que te cague una paloma

gente que reemplaza la S por la CH y dice cosas como "bechos"

Gente que no dice chau y te corta.

Gente que se olvida de pesar algo de la verdulería y dilata la cola del supermercado porque manda al hijo a pesarlo.

¿será un piropo?

"Manejas como un hombre"

Gente que dice LA PRIMER.