domingo, 13 de septiembre de 2009

Fiesta parte II

Es la fiesta de un amigo mexicano que se está yendo a vivir a Perú porque conoció a una peruana y se casan allá. Tiene una casa increíble en Palermo, hay chupi, vamos. Mi amiga Alejandra y yo, vamos. Hace mucho que no salimos juntas. La última vez fue hace como dos años, fuimos de bares y terminamos tan ebrias que dejamos el auto abierto. Ale es rosarina, divertida, excéntrica y guapísima. Llegamos. Nos recibe David, el dueño de casa. Subimos. Primer piso por escalera. Desembocamos en su living. Su living parece un living de escenografía, o mejor, un living de revista living. Moderno, amplio, con cortinas automáticas como la habitación de Cameron Díaz en El descanso.

Hay una barra de mármol que separa el living de la cocina. A medida que van llegando los invitados se ubican ahí. David es un buen anfitrión: nos sirve, nos da charla, nos presenta al resto de la mesa. Hay un mexicano, dueño de un tex mex de la zona, una francesa, un gringo y una pareja que parece ser argentina. Mi amiga y yo. Hablamos mitad en español, mitad en inglés. Todavía podemos conjugar. Im Perla. Im Alejandra. Todavía no es la una de la mañana.

Es como el cono del silencio. El que está hablando es el mexicano, el dueño del tex mex (que ahora que lo miro a la luz, tiene una mezcla de Fonteveccia con Carlitos Balá) y se está refiriendo a la lámpara que está colgando sobre la barra. Ale dice: no sé que es el cono del silencio. El mexicano me mira, busca complicidad en mí, y dispara: vos sí te debes acordar. Tengo 27, señor. No sé de qué me está hablando. Risas.

A mi izquierda, la pareja que parece ser argentina. A los pocos minutos me doy cuenta de que él no es de acá. Arriesgo mexicano. Error: colombiano. Estudiante de historia del arte. 22 años. Tiene un tatuaje en el antebrazo que dice, en itálica: I celebrate myself. Me cae bien, Federico. Hasta ahora me cae bien pero después, cuando pasen las horas y todos se desvanezcan, Federico me va a caer mucho más que bien. Federico es el único no vampiro de la fiesta.
Ella parece perturbada. Le pregunto si se siente bien y me dice sí, sólo que ahora estoy en Melmac. Buen lugar, respondo. La próxima vez que vayas, avisame. Melmac queda en la terraza, vamos cuando quieras. Ella se llama Mariana. Tiene el flequillo muy corto y muy irregular. Como cortado con los dientes. Una remera blanca, una pollera negra tiro alto con botones dorados (tal vez robados de un antiguo blazer de colegio) y medias bucaneras negras que no la favorecen demasiado pero que logran generar sensación entre los presentes. También en mí. Habla y dice que esta noche no quiere tener sexo. Que se vistió así para no tener sexo. No se nota, digo. Pero no hay vuelta que darle -sigue-. Cuando soy fácil, soy fácil. Ella habla, divaga desde Melmac, y Federico y yo, nos miramos.

Timbre. Llega Fred. Hola Fred. Hola Perla. Hola Alejandra. Hola Mariana. Hola Federico. Hola a todos. Fred es un buen candidato, dice Ale. Economista, gringo, un bocho el pibe. Tiene todas las minas. Vivió en españa y hace siete años que está en Buenos Aires. Fred se sienta con nosotros. Se integra a la charla. A los pocos minutos, Mariana se levanta y se va a la heladera a buscar algo. Yo me doy cuenta de que está nerviosa. Se toca el flequillo, se baja la pollera, revolea los ojos. Fuma sin parar. No entiendo. ¿Está nerviosa porque llegó este pibe? pero si tiene novio!

De repente, somos como veinte. Hay gente parada alrededor de la mesa. Alguien acaba de bajar las luces. Sigo hablando con Federico. Me dice que no, que Mariana es su amiga no su novia. Sonrío. No me gusta Federico, pero me siento cómoda hablando con él. Es interesante, atento y cuidadoso. Yo digo: es clave saber cuándo retirarse. Viste que hay un momento en el que todo se enrarece? Bueno, ahí es cuando hay que rajar.

No sé cómo pero hace diez minutos que estoy hablando con Fred. Fred blanquea. Habla de Mariana y pone cara de pícaro. Dice que es una mujer muy inteligente para sus 20 años. Que es intelectual y hermosa.

yo digo: te gusta, Mariana.

él dice: of course. I like her.

y yo: and she likes you.

y él: but she likes you.

Silencio.

yo: what?

él: im like an agent here. I know her. She is in love with you. She is not lesbian but she wants to have sex with you.

yo: and what about you?

él: me? ohh...just looking.

yo: you must be kidding.

él: you're pretty hot.
yo: ...
él: tequierechuparlaconcha

yo: mejor me voy a la terraza a tomar un poco de aire fresco.
Suena una música rara. Es electrónica. No comercial, digamos. Aburrida. Vuelvo de la terraza y encaro para la pista. Me encuentro con Federico, que mira la notebook con deseos de cambiar la música. Me acerco. Y si cambiamos esto? Federico se entusiasma: rápido porque se termina el tema. Este, digo. Y mágicamente, todos bailan. Mariana y Fred, también. Están al lado mío. De vez en cuando me rozan. Se mueven. Me rozan. Me miran. Curtimos con la mirada. Habrá sido lo que tomé en la terraza? No sé. Pero si esto es Melmac, pienso, me quiero quedar a vivir acá. Sigo pinchando. Pongo Blondie y Kiss. Hace calor. Transpiro. Transpiro mucho. Bailo con Fred y con Mariana. El único perfume que siento es el de su shampoo.
Me censuraron. Al dueño de casa no le gusta el rock. Vuelve la electrónica. La pista se detiene como si se hubiese cortado la luz. Tomamos agua. Cerveza. Champagne. Ya estoy pensando en irme. Es el momento: todo está enrarecido. En eso escucho: vamos arriba y ponemos los redondos? Antes de decir que sí y subir, antes de viajar a Melmac y yacer en el infierno mismo, pude ver cómo Federico aún me buscaba en la pista.

5 comentarios:

Haiku dijo...

totoro, sos un peligro!

Anónimo dijo...

Y que paso??

Los Federicos son terribles.

Au drey dijo...

Gran texto, muy cinematográfico. Adoré a esta Perla camino a Melmac!

Anónimo dijo...

Tal cual, los Federicos son terribles!
Dónde te cortas el pelo?

Soy peregrinaperla dijo...

jaja pobre los Federicos, no sabía que tenían esa fama.

Anónimo me corto el pelo con una peluquera que es una genia, se llama Kani pero vive en tandíl y viene una vez por mes a cortarle el pelo a sus clientas. Mandame un mail si te interesa y te pongo en contacto. beso grande