Muerta en algunos corazones
Viva en algunos olvidos
Enterrada, muerta y olvidada
soy perfectamente olvidable
y así debe ser
el olvido como un exorcismo, un mecanismo de defensa, un punto de no retorno: el perfecto escondite para dejar de ver, para descuidarse y dejarse morir.
Tus iniciales y las mías, un día de agosto de 2007 y uno de julio de 2009; los pétalos de aquellos tulipanes, débiles y coloridos, que a ninguno se le ocurrió guardar. Nuestro amor: débil y colorido, abandonado en cualquier vereda, un domingo de un mes y un año que ya olvidé.
¿se acordarán los tulipanes de nosotros? ¿sufrirán?
yo no recuerdo tu risa. Y sufro.
¿tantos libros y ningún pétalo?
Pocas realidades más tristes
un pozo, nuestro amor, nosotros, tierra, una lápida, una canción que ya no nos pertenece, y 250 cc de lágrimas
El recuerdo: un abanico que no debemos abrir. Nunca más.
3 comentarios:
Lo cerramos, aunque un grande diga que: "el olvido esta lleno de memoria"?
no podemos abrirlo nunca más... nisiquiera cuando tengamos calor?? ja...
Me voy a poner serio: "me encantó este post. Chau recuerdos, esa historia pasara al archivo de causas perdidas."
Hasta pronto Perla...
diría elvira: por qué insistir en cultivar lo infértil?
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