Anoche todo era amor y alegría y música y verde, y las parejas saltaban y se abrazaban y se reían y eran cómplices, y se emborrachaban y tenían a los hijos durmiendo en sus casas y ellos saltaban, rebotaban, eran felices haciendo coreografías en conjunto, levantando al novio, a la novia, a los padres, a Amelié; devorando la mesa dulce y lo dulce del amor.
Y todos para abajo, todos para arriba, bien agarraditos, manito con manito, dando un golpecito. Ellas, por un lado, imitaban a Madonna, y ellos, por el otro, hacían rondita, y de repente, estábamos todos mezclados otra vez, las parejas, los novios, los gays y yo, transpirados, pisados, juntos, de la mano, pero ahora de la cintura porque pintó el trencito. Y cuando los testigos se pararon sobre las sillas vi la señal: era hora de retirarse. A tiempo, para no desbarrancar. Antes de que se vayan todos y quedemos más en evidencia. Antes del ramo, claro.
Un beso a cada uno y gracias por dejarme en la puerta, che.
2 comentarios:
Otro casorio, che??
la gente está loca, se casa a cada rato... para mi se casan porque son poco imaginativos y no encuentran otro motivo para festejar que casarse, jaja.
No te cases nunca Perla!!!!
viste! se me están casando todas las amigas. El viernes que viene tengo otro. Uff. No hay tintorería que de abasto mirá.
casarme yo? no lo creo.
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