miércoles, 30 de diciembre de 2009

Salpicame que me gusta

Acá los tostados salen $40, 12 piezas de sushi $150 y las zapatillas, alrededor de los $700. Se usa mucho la túnica para ellas y la sunga para ellos. Tipo 7, la barra parece avenida de mayo cuando hay piquete, pero todos son felices. Tardan una hora para hacer dos cuadras pero son felices. Mucho brazuca. Mucha silicona. Mucha hembra. Acá los hombres ni me miran. Ayer venía caminando y escuché un bocinazo del que me hice cargo porque estaba al lado del auto en cuestión. Cuando me doy vuelta para sonreír (y, claro, para ver quién manejaba, seguro un millonario o un actor) veo a una mina de metro noventa, rubia, que después me enteré de que era una bailarina rusa. Mi trabajo es muy sacrificado. Hoy a la tarde fui a hacer una nota con un jugador de estudiantes al que no conocía ni de nombre. La hicimos en la playa. Todo empezó bien, en un muelle, con mar de fondo, en remera y babucha. Parecía medio tímido el muchacho. En un momento, el fotógrafo pregunta, con toda naturalidad: te animas a ir al mar? Y dijo que sí. Para qué. Terminamos en la orilla, él en cuero y jean. Yo estaba de ayudante. En realidad, no es algo que me corresponda hacer, pero era la única capaz de cuidar un poco la estética de la producción. Este chico posaba y pedía ver las fotos y me preguntaba: no doy muy bala? No, lindo, quedate tranquilo que yo te aviso. Y al rato, otra pregunta: te animas a salpicarlo? Yo? Yo, salpicarlo? te parece? para que de verano la foto. Y no me quedó otra. Tuve que salpicarlo. Parecía padre coraje semidesnudo. Yo quería sacarle los mechones de la cara (eso sí da bala, le dije), pero no hubo caso. Quedate con la ropa si queres, en un regalo de Sarkany. Así funciona al canje. Después vino la entrevista. Antes de empezar, me solidaricé con el entrevistado: hay algo que quieras que no te pregunten? Sobre mujeres, siempre me hacen quedar mal. Hice el alerta correspondiente pero no pude evitar el interrogante, a lo que el flaco respondió: no quiero hablar de mi vida privada. Fin de la nota. Saludo a los cronistas, saludo al flaco. Chau, chau. y vos qué haces? te quedas? Creo que dudé y se me notó en la cara. No respondí. Insistió: te quedas? y dije que no.

Alfonsina indecisa


martes, 29 de diciembre de 2009

Sin Perlas no hay paraíso

He dicho.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad en Congreso

Nunca había visto su casa de día. Nunca me había atendido diciéndome "preciosura". Y hubo charlas sobre la familia, hubo lecturas de poesía, hubo brindis con café con leche y agua. Despotricamos, los dos solos, llenos de odio, en Congreso: "no entiendo a la gente que se alegra en estas fechas y después está de mal humor todo el año". Y nos reímos. Y nos abrazamos. Y gracias, papá noel, o whoever, por este regalo.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Detenerse a mitad de camino trae ventura

Qué me podía salir en el I Ching? El conflicto, claro.
El signo primario superior, cuya imagen es el cielo, orienta su movimiento hacia arriba; el signo primario inferior – agua -, conforme a su naturaleza tiende hacia abajo. Los rumbos de movimiento de las dos mitades divergen y esto da por resultado la idea de conflicto. Cualidad de lo creativo es la fuerza, la energía; la de lo abismal es el peligro, la astucia.Allí donde la astucia se enfrenta con la fuerza violenta, hay querella, conflicto.Una tercera deducción, referida al carácter, se impone en virtud del enlace de una insondable, abismal astucia en lo interior con una enérgica decisión en lo exterior. Un carácter semejante será seguramente pendenciero.
EL DICTAMEN: eres veraz y te frenan. Detenerse con cautela a mitad de camino trae ventura. Ir hasta el fin trae desventura. Es propicio ver al gran hombre. No es propicio atravesar las grandes aguas. El conflicto surge cuando alguien, sintiendo que está en su buen derecho, se topa con resistencias. Sin esa convicción de que uno está en su derecho, la resistencia conduce a la astucia o a la trasgresión violenta, y no al pleito abierto.Cuando uno se halla envuelto en un pleito, lo único que podrá traerle salvación es una vigorosa y firme serenidad, dispuesta en todo momento a la conciliación del pleito, al arreglo a mitad de camino. Continuar la querella hasta su amargo fin acarrea malas consecuencias, aun cuando uno concluya teniendo razón, puesto que en tal caso se perpetúa la enemistad. Es importante ver al gran hombre, vale decir a un hombre imparcial, cuya autoridad sea suficiente como para solucionar el pleito en forma pacífica o bien para fallar con justicia. Por otra parte, en tiempos de discordia es preciso evitar “atravesar las grandes aguas”, vale decir iniciar empresas riesgosas, pues éstas, si han de tener éxito, requieren una real unificación de fuerzas. El conflicto en lo interior paraliza la fuerza necesaria para triunfar sobre el peligro en lo exterior.
LA IMAGEN: Cielo y agua se mueven en sentido contrario: la imagen del conflicto. Así el noble, en todos los negocios que realiza, reflexiona debidamente sobre su comienzo. La imagen indica que las causas del conflicto residen en las orientaciones opuestas, ya previamente existentes, de ambas partes. Una vez que aparecen tales direcciones divergentes necesariamente se origina en ellas el conflicto. Se infiere entonces que a fin de precaver el conflicto conviene pensar cuidadosamente en todo desde el mismo comienzo. Cuando se establecen claramente derechos y deberes, o si en una asociación humana convergen las orientaciones espirituales, la causa del conflicto queda de antemano eliminada.

Me estoy cansando. Y cansada, soy fatal. Incontenible.

martes, 22 de diciembre de 2009

el 2009 termina hoy, acá y así


Ya basta. Me pone nerviosa la espera de fin de año. Esa vigilia ridícula. Nada de 31: este año siniestro termina, para mí, acá y ahora. Así. Qué mal humor la garrapiñada y el turrón. Qué malhumor el shopping abierto de noche. ¿Y el pan dulce con frutas secas? Puaj. Sufi. Hasta acá llegamos. Bajo la persiana, imprimo balance y digo chau. Agarro mis libros, mi sombrerito de paja y al mar.

Me despido con los mismos deseos que pedí en el 2009 y los hago extensivos a cada peregrino. Es que mis deseos, más que perseverantes, son tercos, vergonzosos y utópicos, pero genuinos.

-paciencia para no desesperar
-Humildad pra perdonar cuando nos desilusionen
-alegría para contagiar
-sensibilidad
-coraje para decir siempre la verdad
-fuerza para sostener a los que queremos
-imaginación para no dejar de sorprender
-amor deconstruido en tostadas, compañía, regalos, besos y abrazos
-Música para no perder el ritmo
-Humor para seguir riéndonos de nuestros chistes
-lágrimas para emocionarnos
-Apetito.

será hasta el 2010.
salud!
P.


Señor papá noel

Quiero pedirle que venga.
Hace años que no toco su barba. Lo extraño.
Quiero que me haga upa y me abrace.
quiero escuchar su risa, su ho ho ho
Yo creo en usted, usted cree en mí?
si la respuesta es sí, para demostrarlo, podría coparse y traerme algunos regalitos:

-bombachitas de verano
-un cuadro de Degas con bailarinas
-un consolador
-el libro gordo de petete
-una cava
-una máquina de cafe express
-un pasaje a la luna, ida.
-esperando la carroza y the big fish
-bengalitas
-un novio o una novia.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Estelar

Todavía me dura el jet lag post viaje a las estrellas. Fue corto pero intensísimo. Nos acomodamos, despegamos, volamos y paseamos juntos por el cosmos. Las estrellas eran, para mí, verdes y azules. Para él, violetas. En el cielo: nosotros y lo que soñamos. En la tierra, la tierra. Lista para sembrar o enterrar.

sábado, 19 de diciembre de 2009

(com) postura

-Y no da para un revival?
-No.

viernes, 18 de diciembre de 2009

una navidad democrática

Lo aburrido de la navidad no es la navidad, no es la fecha. Sino el festejo en familia: la navidad que festejás hace 20 o 30 años, con la misma gente, la misma comida, y (en muchos casos) en el mismo lugar, en la misma casa. Lo aburrido es saber que tu mamá va a hacer arrollado mitad con jamón, mitad sin, vitel toné y los tomates rellenos de arroz y atún. En algún momento hay que hacer un corte. Celebrar con tu pareja. Celebrar solo, en un bar, y brindar con desconocidos. Celebrar en otro país: bon nadal, bon anne. ¿Viste que hay parejas que no se besan? Me gustaría revelarme. Decir que no, que este año no me esperen. Elegir con quien festejar. Hacer un picnic deluxe a la luz de la luna. En una terraza. En un parque. Comer loquesenoscante. El mejor vino que encontremos. La mejor flor. Fuegos de artificio. Pan dulce deconstruido en amor, sexo y besos. Porque nosotros nos juntamos y nos separamos, somos on and off, pareja y despareja, vamos y venimos, pero nos besamos. Y a las 12, un regalo para cada uno, y las estrellas y ¡salud!

Deje su mensaje después de la señal

Me chivo cuando histeriquean, cuando hacen de minas, cuando se comportan como unos oligofrénicos. Cuando me chivo no atiendo el teléfono.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Onanismo virtual

Ok. La red da para (casi) todo. Pero tiene límites. O debería tenerlos. Todo bien con los cyber levantes y el fuckbook y el sexo virtual y las blind dates con gente del chat. No las hago (bueno, no suelo hacerlas) pero tampoco las condeno. Ahora: que un sujeto te envíe esto, así, sin preámbulos, alegando que vio una foto tuya "con un vestidito blanco" y que, desde ese momento, sueña con vos, me parece que no da.
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soy un hombre de la luz
acuario y geminis
con papa acuario y mama geminis
tengo tanta energia que revalso
mi corazón, mi fuerte
mi cabeza doble filo
sé cuando acaban: soy bueno con la boca
no me siento enfrentado
soy un poquito fatal
hombre-niñoy a veces aniñado
vuelvo a Padre
en cuanto llegue a casa me hago una paja pensando en ti.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

No se puede vivir del cacao

Un bombón de frambuesa, así sos: rígido y elegante por fuera, cubierto de chocolate -a veces amargo, a veces muy blanco-, con leche si es para acompañar el café: irresistible en cualquiera de sus versiones. Resistente a las altas temperaturas. Una delicia para degustar antes de irse a dormir. El tamaño justo para deshacerse en mi boca. Una amenaza para el hígado (y el corazón) si se ingiere en cantidades industriales. La tentación de inducirse el empacho más dulce. Con un misterioso relleno, reservado para unos pocos afortunados: intenso, colorido, sensible y terriblemente adictivo.

Torno y yo estamos

llenas de odio.

martes, 15 de diciembre de 2009

Esto ES el paraíso

Estar embarazada. De Patrick. O de otro. De cualquiera. Pero con su mejilla en tu panza.
¿hay algo mejor?


Para ser feliz quiero un camión

Vimos esto en la casa de la tía y nos reímos mucho. En nuestras charlas de domingo de tías siempre hay lugar para este tipo de reflexiones y, por lo general, nos ponemos de acuerdo. Hace poquito, no recuerdo con quién (ni en qué estado) reproduje la misma charla y llegué a una brillante conclusión: a las mujeres nos gustan los hombres pero la realidad es que nos tocamos mirando mujeres.
Un especial saludo a electrostar, por este regalito.

lunes, 14 de diciembre de 2009

I am yours


ortopedias bonitas

Lo único que me faltaba para terminar el 2009 pum para arriba era usar cuello ortopédico. Qué pena que no haya ortopedias bonitas para las chicas guapas...

sábado, 12 de diciembre de 2009

Esto parece el paraíso

Anoche todo era amor y alegría y música y verde, y las parejas saltaban y se abrazaban y se reían y eran cómplices, y se emborrachaban y tenían a los hijos durmiendo en sus casas y ellos saltaban, rebotaban, eran felices haciendo coreografías en conjunto, levantando al novio, a la novia, a los padres, a Amelié; devorando la mesa dulce y lo dulce del amor.
Y todos para abajo, todos para arriba, bien agarraditos, manito con manito, dando un golpecito. Ellas, por un lado, imitaban a Madonna, y ellos, por el otro, hacían rondita, y de repente, estábamos todos mezclados otra vez, las parejas, los novios, los gays y yo, transpirados, pisados, juntos, de la mano, pero ahora de la cintura porque pintó el trencito. Y cuando los testigos se pararon sobre las sillas vi la señal: era hora de retirarse. A tiempo, para no desbarrancar. Antes de que se vayan todos y quedemos más en evidencia. Antes del ramo, claro.
Un beso a cada uno y gracias por dejarme en la puerta, che.

11 AM

-La señorita Perla Bartolomeo?
-Sí, quién habla?
-Le hablamos del banco Itaú para ofrecerle un beneficio
-No aceptaría ningún beneficio de ninguna persona que me llame un sábado a la mañana.

viernes, 11 de diciembre de 2009


Y además de todo, verte lunático, blanco y presa de mi amor.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Freedom

Hay que elegir desde la libertad. Pero para eso hay que aprender a ejercer la libertad, Perla.

Julio

Estabámos acostados, mirando televisión. Ibamos por la hora 3 (o a mí me pareció eso) de una película que habíamos alquilado. Aburridísima. Una guerra entre narcos y la policía, un puñado de venganzas entre pandillas de latinos, riñas en la cárcel por pertenecer al grupo de los líderes; nada por lo que valiese la pena quedarse despierto. Igual que al gato, se me empezaron a cerrar los ojos (los míos no son azules pero sí tan redondos), me tumbé hacia un costado y dije, como quien renuncia: me voy a dormir. Él no respondió nada y empezó a acariciarme la cabeza. Yo tenía los ojos cerrados pero sabía que, además de acariciarme, me estaba mirando por última vez. Me estaba diciendo adiós. Memorizando, tal vez, la parte de mi cara que más le gustaría recordar. Porque: ¿qué otra cosa puede estar haciendo un hombre, mientras mira a su mujer dormir y le acaricia la cabeza, que no sea despedirse? Esa noche, con ese gesto, supe que era el segundo final. Esa noche lloré dormida.

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Hacía menos de una semana que me habían dado de alta, y faltaban dos o tres para que sucediera lo que conté en el párrafo anterior. Me costaba llegar al primer piso por escalera pero más difícil me hubiese resultado aguantarme la risa para no descoserme. Digo "hubiese" porque durante esos días no tuve ganas de reírme ni una sola vez. Mientras lo escuchaba hablar descubrí que existía una mirada azul triste, mezcla de color y adjetivo, que sólo él puede tener.

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Cuando me preguntó si podía limpiarme la herida: ése fue el momento en el que sentí que, a su manera, me quería y que no tenía intenciones de lastimarme. Todo lo contrario: limpiarme la herida, desinfectarla, ponerme crema, sanarme, aunque sea por un rato, por el tiempo que durara limpia la gasa. Pedirme perdón, sin pedírmelo, por la distancia que iba a venir. Por el abismo. Acariciar la cicatriz para borrar las huellas. Borrar las huellas para no saber regresar.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lo que mata es la abstinencia


Duérmete niño en el siamés

-Yo dormía en el living. Me contó mi mamá que era como un silloncito de mimbre y que después, a la noche, lo daban vuelta, lo ponían contra la pared, y ahí dormía. Cómo se llama eso? un pesebre?
-...
-un siamés?
-Un moisés, melón. Un moisés.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Responsables

Para que haya un lobo tiene que haber una caperucita.
alguien vio mi capa?

El carnaval de los tornos

Demodé

El miedo pasó de moda. No se usa más.
Como una remera a lunares o una fluorescente.
Fue.

Objeto transicional

Resulta que anoche dormí abrazada a un Kung Fu panda.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hoy armé el arbolito

Rosa, ñoño: qué esperaban?!

sábado, 5 de diciembre de 2009

Hoy

Derrapamos, pedimos perdón y cantamos.

Trámite

-Ya está, le dio de baja a la relación
-No le dio de baja: nunca le dio de alta!

viernes, 4 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Empezar bien el fin de semana


Desde afuera

estoy intrigadísima. Quien me lee desde Italia, Reino Unido y Alemania?
confesiones a perlabartolomeo@gmail.com

Porque un amigo es una luz y a vos se te quemó la bombita

Nos quisimos, sí. La pasamos bien juntos, sí (incluso cuando me hacías comer bodrios argentinos en el cine). Hicimos el amor, viajamos, nos reímos, sí. También inventamos una mitología propia. Hicimos todo eso y mucho más. Por algunos instantes fuimos felices. Pero lo hicimos mientras éramos (des) pareja. Nos cuidábamos, nos divertíamos, y nos queríamos así porque estábamos juntos. Tiempo pasado. Éramos-hicimos-fuimos. Y ahora que no somos, ni hacemos, ni estamos porque decidiste que alejarnos era lo mejor, hay que hacerse cargo de la elección y de las pérdidas que trae aparejada. Elegis, descartas, perdes. Creeme: no te serviría como amiga, básicamente porque no te daría eso que te daba y esperás recibir, con otro envase. Y tampoco me servirías a mí como amigo: mis amigos nunca me dejan sola, nunca me hacen sufrir, nunca me van a dejar de querer y, sobre todo, porque no suelo tener amigos tan lindos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Botinera

Fui botinera. Pero fui una botinera precursora, hasta diría visionaria, porque cuando empecé a salir con el flaco, él no era futbolista, sino fotocopiador del colegio donde yo cursaba el secundario. Yo tenía 15 y él 21.
Mi aula quedaba al lado de la fotocopiadora y yo, con tal de verlo y hablarle, fotocopiaba el DNI dos o tres veces por día. Me olvidaba las carpetas para volver a la tarde a buscarlas y, claro, de paso, verlo. Era pícaro, el flaco, cada vez que tenía que hacerme una fotocopia, en lugar de preguntarme si la quería tamaño carta u oficio, me decía: cómo la preferís? larga y angosta? o ancha y corta? Yo le quemaba la peluca. Le dejaba rosas sobre el escritorio, golosinas, cartas. Le hacía búsquedas del tesoro en el gimnasio. Subía y bajaba la escalera de la biblioteca todos los recreos sólo para que me mirase el culo. Se ponía colorado de la furia y la impotencia. Es que el flaco tenía novia y no sabía cómo dejarla, hasta que lo supo y la dejó. Mientras él dejaba a su novia yo veraneaba en uruguay. No me enteré de su separación hasta que me llamó por teléfono y me dijo que estaba abajo. Acá? en Uruguay? sí. Cuando bajé, ahí estaba: exhausto después de haber manejado diez horas en un fiat uno blanco, sin aire acondicionado, dispuesto a preguntarme si quería salir con él. Ese mismo verano me pidió casamiento y a los pocos meses los dos usábamos un anillo de oro con nuestros nombres. Queríamos tener un hijo que se llamase Agustín. Un día, después de haber jugado un partido amistoso con el equipo de la universidad donde él estudiaba, contra un club del nacional B, me dijo que lo habían convocado para una prueba. Estaba entusiasmado. Su padre había sido arquero de un club de la A y de algunos internacionales y él quería continuar con su historia. Como es de esperar en una historia como ésta, el flaco se probó y quedó. Pasé fines de semana en canchas de fútbol del subdesarrollo viendo partidos horribles, concentraciones en Luz y Fuerza, en predios de asociaciones de fantasmas de localidades inhóspitas de la provincia. En ese momento, el flaco no tenía celular (le pagaban $100 por mes) y había fabricado, con sus compañeros del club, una tarjeta de teléfono (la llamaban "la bomba") que tenía crédito ilimitado y la usaban para llamar a sus mujeres. El flaco me llamaba todas las noches antes de irse a dormir. Del nacional B descendimos a la B, de la B pasamos a la A, de Morón a Versalles, y del compromiso a la separación. Me desenamoré. No pude seguir adelante. Sus seguridades me generaban culpa, aunque yo también tenía las mías: estaba segura de que, en el fondo, no quería estar con él. No era que no lo deseaba: lo rechazaba. Era el hombre perfecto, el hombre de mi vida, mi futuro marido, el padre de mis hijos, pero yo no quería que me rozara. Pocas ambigüedades más dolorosas. Fuimos novios durante cuatro años. Después de la separación, estuve años, cinco o seis años, alimentándole fálsas esperanzas. Backupeándolo. Prometiendo cosas que sabía que iban a cumplirse. Salía con Juan, pero lo atendia. Vivía con Santi, pero igual, lo atendía. Dejé de atenderlo (y, probablemente, de quererlo) cuando lo conocí a Maxi. Recién ahí pude establecer una distancia. Le dije al flaco que me había enamorado. Lo entendió pero igual intentó algunos acercamientos (me dijo que se iba a casar y después que no, que era mentira, que en realidad, me lo estaba diciendo para ver cómo reaccionaba yo) pero afortunadamente se dio por vencido. Yo vendí los anillos en la calle libertad y los hice cena en Tomo 1. El flaco me escribió hace un tiempo para contarme que se había casado. Yo le conté que me había separado. Y le dije que sabía que nunca nadie se iba a enamorar de mí como lo había hecho él. El flaco me respondió que era hermosa. Hoy vi, en Facebook, la foto de su hija Lucía, que es igualita a él.

martes, 1 de diciembre de 2009

Fundamentalismo del desamor

No sé cuándo empiezo a querer (alguien sabe en qué momento exacto le crece el pelo?) pero sí sé cuándo dejo.
Sé, también, que cuesta el mismo esfuerzo enamorarse que desenamorarse; y que no corresponde comparar la subida con la bajada. Es el mismo trayecto, sí. Pero no. Porque cuando uno sube tiene esperanza, tiene entusiasmo y convicción, ve la cima, la transpiración tiene sentido. Hay vida después de la cima. En cambio, cuando bajás, es imposible mantener el ritmo, dejás de caminar, perdes el control, corres, rodas, rápido, muy rápido. Te chocas con todo lo que esquivaste durante la subida. La subida es una elección. El descenso, una consecuencia, una obligación. La subida es viernes y la bajada es lunes.
Y el piso es la muerte, el fracaso, los cuestionamientos. El asma. La faringitis. La alergia. La taquicardia. La fiebre. El miedo. La soledad.

Dejo de querer cuando hace cinco meses (por no decir cinco años) que estoy bajando. Cuando no me queda nada con qué tropezarme. Cuando llego al piso. Cuando se apagan las luces y hay silencio. Cuando no pienso. Cuando ya no espío. No conjeturo. No perdono. No espero.

Dejo de querer cuando dejo de escribir: cuando esa persona no se reconoce entre mis líneas.