martes, 4 de agosto de 2009

Igual de patético

Es mentira que “haber hecho todo” te tranquiliza. La gente dice eso. Quedate tranquila/o. Vos diste todo lo que pudiste. Ponele: fuiste a una entrevista de laburo, sabés que te luciste, que llegaste a ser finalista, “nos costó mucho decidirnos, pero no quedaste”. Alguien dice: seguro que estabas sobrecalificada para el puesto. Suena bien. Por momentos hasta logran convencernos. Es ahí donde uno piensa en todo lo bueno que hizo y lo bueno que es. Y lo malo que pudo haber hecho seguro que es culpa del otro. Pero no. Lo cierto es que saber que uno hizo las cosas bien y que no sirvió de mucho (no al menos para cambiar el resultado) hace que te sientas un perfecto pelotudo. Hiciste un máster y tenes un millón de años de experiencia, sos la candidata perfecta para el puesto pero no te toman. Te anotás en una maratón. Entrenás durante un mes para correr los 10 k pero el día de la carrera no lográs pasar del segundo puesto sanitario que está a 2 km de la largada. Sos el novio que todas sus amigas quisieran tener pero ella, igual, te deja. Qué bueno es haber hecho el esfuerzo (tantas horas de estudio, tantas expectativas, tantos kilómetros, tanto amor) qué tranquilizador es haberlo intentado, qué conforme me quedo. No, total, no quería que me tomaran, quería ver cómo se estaba moviendo el mercado. ¿Llegar a la meta? No era ese mi objetivo, no estaba compitiendo, sólo participando. Era sin compromisos lo nuestro, está bien que así sea. Es ridículo. Nadie se tranquiliza cuando siente que pierde, cuando se queda solo. Y la pérdida es pérdida, Elvira, no jodamos. Uno quiere transformarla en ganancia pero no. No voy a hacer una analogía con eso de las apuestas porque es un lugar común. Pero ustedes me entienden. Cuando suceden estas cosas uno se pierde también a sí mismo. Quiero decir: deja de ser como era. De decir lo que decía. De creer en lo que creía. Y eso también genera tristeza. Dirán que es mejor fracasar habiendo hecho el intento a no haberlo hecho nunca. Yo no estoy tan de acuerdo: en cualquiera de los casos creo que hubiera sido menos doloroso e igual de patético.

7 comentarios:

P. dijo...

Coincido. A veces no es necesario exponerse tanto...
Lo que sí, cuándo te pasa algo, ya está, es experiencia. La próxima va a doler menos. Seguro.

Nadie Nunca Nada.- dijo...

De a ratos, convencerse es morir un poquito menos. La solución es culpar al otro. Siempre. Al menos hasta que hayas conseguido laburo.
Saludos.-

Tita dijo...

Nunca se si es mejor quedarse pensando, o no, que hubiera sido...

Soy peregrinaperla dijo...

Te tomo la palabra, P.

Más que morir un poco menos, quisiera revivir, NNN.

No, Paloma. el what if está prohibido en este espacio...

Anónimo dijo...

Coincido con todo lo que decis, igual creo creo que si uno quiere, si uno le pone pilas, pasado un poco de tiempo la perdida se convierte en ganancia. Doy fé.
Las perdidas te cambian y siempre es bienvenido el cambio, al contrario de los que algunos temen.

MQDLV dijo...

estoy con anónimo. para algo tiene que ser. lo que creo que es imperdonable es tragar. porque eso sí que se pudre y huele mal.

Anónimo dijo...

nunca hay que dejar de vivirlo. Y si termina siendo una mierda... es la mierda que tenés que vivir. Para seguir siendo cada vez más vos... y no perderte un poco menos.
Uno cuando aprende del dolor, de la tristeza, en verdad toma esa marca como parte inherente de su persona. Sos otro. Distinto. y capaz por eso, más genuinamente vos.
Nadie sabe si va a doler más o menos la próxima. Capaz duela lo mismo. Seguramente duela. Igualmente vale la pena.
MJ