Diciembre de 2007. Un libro de los tuyos, en una de las bibliotecas que hasta entonces era de ella. Creo que era el verde. ¿Edición 2006? 2006. ¿cómo no abrirlo? ¿cómo no ver si tiene dedicatoria? Claro que sí: su sobrenombre en diminutivo, dos o tres oraciones y algo así: “en este libro hay mucho de mí y por lo tanto hay mucho de vos también….gracias, este logro también es tuyo”. Y luego firmabas: te ama, y tu nombre. Vos. Tu letra. Tus palabras. Yo. Mi mente traicionándome, photoshopeando la página, reemplazando su (sobre) nombre por el mío. Ella: la última en escucharlo. No digas que no te sorprendí.
4 comentarios:
uf, hay cosas que es mejor no ver. nunca. me gusta por acá. está tu cara, hola, perla! te visito!
Sin desperdicio.
Queremos más en esta solapa!
hola MQDLV! qué bueno verte por acá (yo también te veo, sí)
deberíamos tomar cerveza un día no muy lejano, no? digo. pa chusmear.
hola, perla! sí, podríamos. me gusta la idea. sabemos cómo encontrarnos, salgo a buscarte!
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