Nacho (no es Juan Ignacio, es Ignacio Javier) es contador y juega al rugby. Lean bien: no dije "es rugbier", porque antes de ser eso, es muchas otras cosas. Para empezar, es una mezcla de Ashton Kuscher con mi ex ex ex novio, Juan Martín. Sonríe mucho, aunque casi siempre lo hace con timidez. Sábado a la noche. Campera negra, jean, zapas. Maneja el auto de su novia (mi queridísima amiga y hermana Flor). En el asiento de atrás: Vane y yo. Afuera: dos grados. Borcegos, gafas negras, camisa leñadora. Don Julio: Gurruchaga y Malabia. O alguna de esas. Nacho, qué huevos, salir con las amigas de tu novia. Es que a mí me lo dijeron en letra chica, me enteré cuando venía para acá. Y Nacho sonríe (por supuesto) tímidamente. Después viene el mozo, nos saluda a todos con un apretón de manos. Parrilla para todos. La charla es variada y por momentos desopilante: nos preocupan los tiburones que por su sistema respiratorio no descansan nunca (pobres, dice Vane, ¿te imaginás no descansar nunca?), romances de Tinelli, el caso del amigo de un amigo que le pasó la de Mi novia Polly (su novia de fue con el intructor de sky de su luna de miel). Comé, Perla. Te estamos vigilando. Terminá el plato. Me siento una anoréxica en rehab. Y acato. También hablamos de decoración, insisto con el mercado de pulgas y Flor insiste en que es caro. Nacho insiste con el Mc Flury. Alguien me manda un mensaje aceptando mi invitación a andar en bicicleta. Esta vez sonrío yo. El mozo se calza una joggineta (intuyo oficial) de Ferro, todo muy verde, nos saluda y se va. Todavía no pagamos. Es la una. Sé que no voy a ir a ese casamiento. Vane va a llegar a la casa y va a ver un rato Nat Geo. Nacho y Flor se van a ir juntos. Gracias. Por estar aquel día grís y los anteriores, por la sonrisa de mi amiga y por anoche. Ya sabés lo que es un post.
1 comentario:
Te visitaba en el otro blog y lo hare tambien en este.
Beso grande.
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