anemia

El partido, entre mates que me autocebé, una ducha a oscuras (sigo sin encontrar electricista: alguien se ofrece?), un paseo poco productivo por el shopping (la libido no me alcanza ni para las compras), ahora, sentada en la vereda de la parrilla más cutre de cañitas, escucho a señoras mayores, falsas rubias con dos o tres centímetros de raíz negra, hablar de futbol con una impunidad desopilante. Y nuestro arquero, buenísimo, dicen. Entraña bien cocida y radicheta con zanahoria. La felicidad tiene forma de huevo frito.