domingo, 27 de junio de 2010

inequívoca

me duelen los nudillos.
la cabeza.
se me revuelven las tripas.

ahí están
quietas cuando estoy bien
hechas un nudo cuando estoy así
pero tienen memoria
mucha más que yo
duelen siempre igual
acto reflejo de mi tristeza
sólo me acuerdo de ellas cuando me lastimás
cuando me pregunto por qué
qué hace falta

parece mentira
en lugar de cuestionar lo grave, los actos, estamos cuestionando el valor de las palabras
justo nosotros
que somos devotos de la palabra
que es la única religión en la que creemos

si eso que escribiste, con los mismos dedos que me acarician y me escriben a mí, no tiene valor: por qué debería creer que alguna de todas las cosas que dijiste y estás diciendo sí lo tenga?

2 comentarios:

V. dijo...

ouch, ojalá que no...

Marina Agra dijo...

ay, perlusqui.... ¿estaremos leyendo ficción? por acá andamos, eh!