Y hoy cambié el Burberrys Beat (creer que sólo uso Dolce & Gabbana es conocerme apenas) por un delicioso aroma a nafta que acaba de aumentar. Debo reconocer que el bidón no tiene el glamour del packaging inglés pero me sirvió para hacer arrancar el auto y seguir mi camino. Mi agradecimiento al barrendero fiel que con cien grados a la sombra me ayudó en la poca decorosa tarea de tirar nafta a través de una botella cortada de H20 devenida en embudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario