Cuando el carro no anda nos quejamos. Pensamos en cambiarlo. En sacar algunos melones para quitarle peso. Si no funciona, si no es el carro ni los melones, empezamos a contemplar la posibilidad de cambiar de camino. Elegir, tal vez, uno con menos pozos, con menos lomos de burro. Con menos curvas. Lo parójico es que cuando eso sucede, cuando el carro anda y los melones se acomodan, cuando el camino es llano y va hacia el norte, todo es aburrido.
3 comentarios:
Todo es cuestion de amortiguadores Perlis, siempre.
esto no es para nosotras, amiga. nosotras no nos aburrimos (por ahora) y nos andan bien los amortiguadores (por ahora, claro!)
Amé.
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